Honduras: 16 muertos en protestas en apoyo a Nasralla

Honduras: 16 muertos en protestas en apoyo a Nasralla

Honduras: 16 muertos en protestas en apoyo a Nasralla

El viernes las protestas se concentraban especialmente en Tegucigalpa y diferentes puntos de la importante carretera del litoral atlántico, donde soldados y policías desalojaron repetidamente a los manifestantes que habían montado barricadas en llamas.

TEGUCIGALPA.-El Comisionado Nacional de Derechos Humanos de Honduras informó el viernes que 16 personas han muerto en las manifestaciones de simpatizantes del candidato opositor Salvador Nasralla que exigen al Tribunal Supremo Electoral que lo declare ganador de las elecciones presidenciales.

En un comunicado añadió que entre los fallecidos hay dos policías y que 1.675 personas han sido detenidas en los incidentes con las fuerzas de seguridad.

El viernes las protestas se concentraban especialmente en Tegucigalpa y diferentes puntos de la importante carretera del litoral atlántico, donde soldados y policías desalojaron repetidamente a los manifestantes que habían montado barricadas en llamas.

Los manifestantes derramaron aceite, diésel y clavos en las carreteras para impedir el paso de los vehículos de la policía y el ejército y lanzaron piedras a las fuerzas del orden, que los repelieron con gases lacrimógenos.

«Aquí estaremos hasta lograr nuestro propósito», dijo a The Associated Press el depuesto expresidente Manuel Zelaya (2006-2009), quien encabezó la toma de una carretera en las afueras de la capital. «Estamos con el pueblo en movilización permanente en todo el país», añadió.

«Y así estaremos hasta derrotar al régimen espurio de (el presidente) Juan Orlando Hernández y su bochornoso fraude en los comicios del 26 de noviembre».

Zelaya es líder del izquierdista partido Libertad y Refundación (Libre), que apoya a Nasralla. Esa fuerza integra junto al partido Innovación, de tendencia socialdemócrata, la Alianza de Oposición contra la Dictadura que llevó a Nasralla como candidato.

Vecinos del barrio El Carrizal, al este de Tegucigalpa, arrojaron bombas incendiarias contra un vehículo del ejército. Coreando consignas contra el presidente como «Va a caer, va a caer, la dictadura va a caer» los manifestantes cerraron numerosas vías con piedras yáneumáticos quemados.

En San Pedro Sula, considerado el polo de desarrollo de Honduras, los manifestantes quemaron un camión repartidor de leche y desconocidos saquearon un pequeño supermercado. Rafael Alegría, un líder campesino que participa en las movilizaciones callejeras, atribuyó ambos hechos a «gente infiltrada por el gobierno para afectar la imagen de la oposición».

A 19 días de celebrados los comicios el Tribunal Supremo Electoral aún no ha declarado quién es el presidente electo. El último recuento oficial sugiere que Hernández ganó la reelección con 42,98% de los votos frente al 41,38% que obtuvo Nasralla.

El opositor aseguró que hubo fraude alegando que el conteo de votos fue «extraño y caótico» ya que inicialmente lo favorecía con el 57% pero sorpresivamente, y luego de que el sistema de transmisión del recuento se detuviera, los resultados variaron hasta que Hernández emergió como virtual ganador.

El presidente del Tribunal Electoral, David Matamoros, ha proclamado con insistencia que el escrutinio y la consulta popular fueron transparentes.

«Los militares y los policías deben entender que la crisis del país requiere una solución democrática y tienen que respetar a los manifestantes, que están cansados de un gobernante autoritario que viola sistemáticamente las leyes», dijo el sociólogo Eugenio Sosa.

Advirtió que «la situación tiende a profundizarse y las fuerzas del orden no podrán defender al gobierno». Según el historiador Edgard Soriano en las elecciones se cometió «un mega fraude… y por eso el pueblo está enardecido».

En un comunicado Nasralla indicó que las protestas «representan una muestra de apoyo y un llamado de atención a Hernández para que entre en razón y admita su derrota en las elecciones».

La crisis generalizada ha provocado el cierre de muchos negocios y pérdidas económicas diarias por unos 50 millones de dólares, según estimaciones empresariales.

El diputado Jari Dixon de Libre dijo al dirigir una protesta en una calle del barrio Los Pinos, al este de Tegucigalpa, que «los soldados reprimen a su pueblo que sigue en las calles porque sabe que Hernández le robó las elecciones».

El abogado y analista Raúl Pineda expresó que «Honduras transpira indignación, frustración y sed de justicia» e informó que el Tribunal Electoral se dispone a declarar a Hernández, «el candidato ilegal e ilegítimo», ganador de las elecciones antes del 26 de diciembre.

En tanto Radio Progreso, de la Compañía de Jesús, dijo en su editorial que Honduras «sigue envuelta en la incertidumbre porque aún no se proporcionan los datos oficiales acerca de quién fue el ganador» y exhortó a la ciudadanía a «apoyar una determinación trasparente, imparcial, oportuna y pacífica» del problema.

El director ejecutivo del Consejo de la Empresa Privada, Armando Urtecho, dijo que «hasta ahora se han perdido unos 4.000 empleos por los problemas políticos y que las empresas no están contratando trabajadores por las pocas ventas que hay en vísperas de la Navidad «porque la población no compra por temor a lo que pueda ocurrir».