SANTO DOMINGO.- La cotidianidad que caracteriza el lugar; las maletas rodando, llamadas a abordar, el bullicio… todo quedó eclipsado como si de la pausa de un video se tratara, cuando el sonido de la escopeta empezó a sonar, tras Francisco Estrella tomar la decisión de asesinar a su pareja Ana Isaura Pimentel, de treinta años de edad, y quien andaba en compañía de una menor que no superaba los ocho años y que se presume era hija en común.
El crimen quedó consumado tras el segundo disparo, unos pasos erráticos atrás y un tercer escopetazo llegó para acabar con los sufrimientos emocionales de Francisco quien tomó la decisión de acabar con su vida en aquel mismo lugar.
La tragedia sucedió ayer en el parqueo soterrado de Caribe Tours, en un lugar apartado que está en remodelación y que carece de cámaras de seguridad.
El victimario era empleado de la empresa y tenía un año y ocho meses laborando allí, período en el cual no dio muestra de actitudes violentas.
Opiniones
Una mujer, empleada de banca de lotería y que tenía a Francisco por cliente habitual, lamentaba el incidente mientras aseguraba que el victimario acostumbraba a ayudarle a cruzar la calle.
“Uno no sabe quién es quien, ya no quiero que me ayude”, declaró en estado temeroso.
Otro de sus compañeros de trabajo, con ojos llorosos y sosteniendo en las manos un arma del mismo calibre que la que utilizó el autor del crimen, dijo que “esos son demonios que se le meten a la gente”, al mismo tiempo que se persignaba.
Como siempre ocurre en estos casos y por tradición cultural, algunos comentaban que la culpable de todo era la mujer por acudir al lugar de trabajo de su marido con fines de discutir. — Causas
Especialistas aseguran que la violencia de género es el resultado de la pérdida de control sobre la mujer, también afirman que tiene que ver con la incapacidad de controlar la ira y carencias emocionales cultivadas en el tiempo.