Escuela José Antonio Guzmán Fabián (Jarabacoa). Representa una de la más emotiva égloga de un recinto escolar, del que se haya sentido la necesidad de historiar su origen. Saber de su ilustre fundador, un “maestro de maestro”, del que sin duda debemos rememorar su vida, y la hazaña que lo llevó a dotar a su empobrecida comunidad de una escuela de nivel medio, hasta donde se sabe, sólo había oportunidad de la enseñanza de la educación inicial.

¿Qué hace que la vida de una persona culmine en una escuela? Toda una vida de convicción y sacrificio, en favor de la comunidad a la que se pertenece, surge el hecho, como experiencia de la que nunca se pierde, sino que se gana.

El maestro José Antonio Guzmán Fabián, que se había ilusionado con la escuela desde niño, que tuvo su primera experiencia de maestro al frente del quinto grado, en la Escuela Federico García Godoy (1949), en La Vega; que había sido invitado para ocupar el puesto de Inspector de escuela, pero que rechazó para estar más en contacto con sus alumnos, aunque la paga era mayor como inspector; pero que fue, finalmente, aceptando esa función de inspector de escuela, como llega a Constanza, y de ahí a Jarabacoa, para enfrentarse con la misión de dar nacimiento a una escuela.

El Liceo Luis Ernesto Gómez Uribe, empezó sus actividades semioficiales y adscrito al Liceo Don Pepe Álvarez, de la ciudad de La Vega, en septiembre de 1960. Según cuenta Yris M. Mieses Ramírez, autora del libro “José Antonio Guzmán Fabián.

Padre de la Educación Media en Jarabacoa” (2010), fueron muchas las dificultades para empezar la educación media. Dice ella: “El profesor Toñito tenía que hacer las veces de profesor, director, secretario, mensajero y hasta de conserje”.

En 1972, luego de un proceso de lucha y huelgas para su construcción, el Liceo ya estaba inaugurado y aprobado por el gobierno de Joaquín Balaguer. Luego vino la proeza de seguir con el liceo nocturno, también en Jarabacoa.

En 1976, dejó su casa, el pueblo, y se vino a vivir a Santo Domingo, en el sector Mirador Norte.

Hasta 1980, no se habían dado las condiciones para graduarse en la universidad, y fue así que se recibió ese año de licenciado en Educación, mención Matemática.

45 años de enseñanza en las aulas, 14 de ellos en el sector privado. Se retiró en 1994, con el premio “El Profesor del Año”, del Colegio Saint George, para que ahora nos toque contar su historia de educador e instructor que hicieron su gloria, y llenaron de heroísmo nuestras aulas.

La Escuela Intermedia de la ciudad de Jarabacoa que fuera fundada por él, en 1959, ahora es designada con el nombre de José Antonio Guzmán Fabián.

El acto se llevó a cabo en 1984. Un año más tarde, en el Ayuntamiento lo declararon Hijo adoptivo, por sus aportes a la educación y por dar ejemplo de labor incansable en el campo de la educación y la cultura de la comunidad de Jarabacoa.

El profesor Toñito ha seguido cosechando reconocimientos aquí, en Jarabacoa y en New York.