Se caracteriza por aumento en la frecuencia de intimidad sexual imprescindible, intensidad de fantasías sexuales, excitación, impulsos y conductas sexuales asociadas con impulsividad, que provocan malestar significativo y deterioro social u ocupacional.

Se presenta tanto en hombres como en mujeres, mas estudios demuestran que lo padece el hombre más que la mujer.

El apetito sexual varía de una persona a otra, por lo cual es difícil saber si alguien es muy activo sexualmente hablando o padece de hipersexualidad. Sin embargo, encontramos señales que nos guían.

Los hipersexuales son personas con una necesidad incontrolable y compulsiva de sostener relaciones íntimas con otra persona, que tienen apetito sexual fuera de control, que se dan a la búsqueda de un encuentro sexual sin discriminar con quién sea, que se exponen a la pornografía por varias horas al día, que sienten la imperiosa necesidad de masturbarse muchas veces al día, que usan frecuentemente líneas calientes y disfrutan excesivamente de relaciones íntimas violentas, arriesgadas y aún se sienten insatisfechos.

Esta hipersexualidad se asocia con la ingesta de algunos medicamentos, estrés, uso de drogas, alcoholismo, trastornos de ansiedad, algunos trastornos psiquiátricos. Mas realmente no existe una explicación sólida.

Este trastorno mental/sexual es lo que antes se denominaba Ninfomanía en la mujer y Satiriasis en el hombre.

Es peligroso porque quienes padecen este trastorno se involucran en actividades sexuales con desconocidos con frecuencia para saciar esa necesidad, lo que puede llevar a contagiarse de infecciones de transmisión sexual y/o poner en peligro su salud.