Washington.- La campaña de Hillary Clinton arremetió el sábado contra el FBI, diciendo que no había indicios de que los mensajes electrónicos que investiga la agencia están vinculados a la candidata demócrata a la presidencia.
En tanto, de campaña en zonas rurales del oeste, el candidato presidencial republicano Donald Trump atizó la controversia por estos mensajes recientemente descubiertos.
El presidente de la campaña de Clinton John Podesta dijo a reporteros que la carta que el director del FBI James Comey envió al Congreso sobre los mensajes tenía “muchas insinuaciones” y “pocos hechos”.
“No hay evidencia de mala conducta”, dijo. “No hay acusación de mala conducta. Ni siquiera hay indicios de que esto sea sobre Hillary Clinton”.
Pero en este último punto, Comey dijo que los nuevos mensajes eran “pertinentes” a la investigación de correos electrónicos de Clinton, sin explicar cómo.
Un funcionario del gobierno dijo a The Associated Press el sábado que el Departamento de Justicia aconsejó al FBI que no informara al Congreso sobre los nuevos desarrollos de la investigación de Clinton debido al potencial efecto negativo que esto tendría para Clinton a tan pocos días de la elección.
El funcionario no estaba autorizado para hablar públicamente sobre el asunto y habló con la AP bajo condición de anonimato.
Funcionarios del departamento de Justicia concluyeron que la carta no sería consecuente con la política del departamento, que advierte en contra de acciones investigativas que podrían ser vistas como medidas que afectan una elección o ayudan a un candidato en particular, dijo el funcionario.
Como un batacazo, la carta del FBI amenazó con socavar la ventaja de Clinton sobre Trump y presentó la posibilidad de que el candidato republicano fuera a aprovechar lo ocurrido en los últimos días previos a la elección del 8 de noviembre.
La fase de votación preliminar comenzó hace semanas y ella tiene una ventaja fija en las encuestas, tanto a nivel nacional como en estados reñidos.
Trump dijo a una muchedumbre en Golden, Colorado, que la indagación del FBI da “la profunda esperanza que todos tenemos de que por fin se puede hacer justicia”.
Trump ha calificado esta última indagación como el más grande escándalo político desde Watergate. El FBI anunció que estaba averiguando si hay información clasificada en un dispositivo electrónico que pertenecía a Anthony Weiner, el desacreditado congresista que está separado de su esposa Huma Abedin, veterana asistente de Clinton.
En la carta que envió al Congreso el viernes, Comey dijo que el FBI recientemente había encontrado mensajes electrónicos al trabajar en un caso no relacionado y estaba revisando si es que eran confidenciales o no.
El anuncio generó más preguntas que respuestas, así como críticas de que Comey estaba presentando un desarrollo significativo a muy pocos días del día de elección.
Pero a la vez, el director del FBI también enfrentaba la posibilidad de un escrutinio intenso si los votantes se enteraban después de la elección que él había guardado un gran desarrollo.
Clinton ha desafiado a Comey a divulgar todos los detalles de la nueva investigación, citando la fase crucial de la contienda por la Casa Blanca.
Esto casi asegura que, aún si es que ella gana la elección, los demócratas y sus aliados celebrarán una victoria teñida por la investigación.