SANTO DOMINGO.– El hedor impregna el entorno de lo que fuera la emblemática discoteca El Jet Set, mientras los organismos de seguridad se preparan para rendir el informe final de víctimas tras el derrumbe que ha cobrado la vida de más de un centenar de personas y ha dejado un número aún no precisado de heridos y desaparecidos.
La atmósfera en las inmediaciones del local, convertido en zona cero, es lúgubre.
Un silencio tenso y un murmullo constante dominan el ambiente por las instrucciones de las unidades que permanecen desplegadas en el lugar, donde el agotamiento se refleja en los rostros de rescatistas y militares.
Aunque las grúas que operaban desde el primer día ya fueron retiradas, todavía permanecen algunas unidades de extracción realizando tareas específicas.
El terreno ha sido minuciosamente peinado por brigadas mixtas compuestas por personal del Ejército, la Policía Nacional, cuerpos de bomberos y la Defensa Civil.
Algunos de ellos han trabajado turnos de hasta 24 horas ininterrumpidas, según confesaron miembros del equipo.
Se espera que en los próximos minutos, el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) emita un reporte detallado con la cifra final de víctimas, así como el número de personas heridas y aún desaparecidas.
El hedor producto de los cuerpos y la sangre coagulada ha obligado a periodistas, rescatistas y curiosos a utilizar mascarillas.
No todos han podido acceder a una, pero aquellos más cercanos a la zona del siniestro aseguran que sin protección es prácticamente insoportable permanecer en el lugar por más de unos minutos.
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