SANTO DOMINGO.- Parece que llegó el tiempo de hablar, de sentarse en la mesa, en el paro de servicios médicos convocado por el Colegio Médico Dominicano y su presidente, el médico izquierdista Senén Caba. Hay que sentarse.
Una ola de opiniones a favor del diálogo y del fin del paro se ha empezado a levantar. Inició con el presidente de la Sociedad de Urología, doctor Miguel Sánchez, quien aspira a que el año no culmine con ese paro en pie.
Siguió con dos voces autorizadas y líderes sociales, el Padre Rogelio y el doctor Félix Cruz Jiminián.
El religioso pidió a su amigo que baje la guardia y que entienda que la suspensión de servicios afecta a los más pobres.
Lo secundó el llamado Médico del Pueblo, doctor Félix Cruz Jiminián, quien además le pidió al presidente del CMD que cambie el método de lucha para no impactar a los pobres.
El director del INCART y pasado presidente de la Sociedad de Oncología, doctor José Ramírez, entiende que hay que ponerle fin a esa huelga.
A la ARS CMD el experto en seguridad social Arismendi Díaz Santana le tiró un cohete, enrostrando lo mal que pagan a los médicos (qué ironía, no?) y los beneficios hasta superiores a los de muchas ARS grandes.
Quizás Senén Caba no debe esperar que otras voces se sumen y que las sociedades médicas le quiten la poca alfombra que le está quedando debajo.
Quizás las sociedades especializadas mantienen su apoyo por lealtad a su Colegio Médico o por temor a que le pasen el “rolo”, como amenazó el médico izquierdista.
Como periodista no estoy a favor ni en contra de nadie. Ahora, siento como paciente y ciudadano lo que está pasando.
Así que me adhiero a las voces que gritan diálogo para que este paro termine, que se escuche a las partes en conflicto, que los médicos cobren lo justo por su servicio (y ojalá incluyan en un acuerdo eliminación de los pagos de diferencias) y que las ARS como intermediarias de los servicios tengan su rol mandado por la ley.