Cuando se alcanza la inmortalidad en cualquier actividad, hay que pensar y meditar muy bien antes de cometer actos reñidos con las buenas costumbres, porque alcanzar ese reconocimiento, obliga a ser prudente, a no violar principios básicos, respetar las reglas de juego y los dictámenes de la autoridad que imparte justicia, aunque no se esté de acuerdo.
Se entiende, se supone, que esa persona que por sus logros la sociedad lo coloca en un puesto de honor, debe tener también equilibrio mental para lidiar con situaciones comunes en el desarrollo de su profesión, y más si se trata de un veredicto tomado por apreciación, en la que se puede o no cometer un error.
Por ello, llama poderosamente la atención, la actitud violenta que adoptó el inmortal del deporte dominicano y ex jugador de la NBA, Luis Felipe López, ante una decisión entre los quintetos GUG y CUPES, en la semifinal del torneo de baloncesto superior de Santiago.
Luis Felipe se dirigió a la mesa técnica donde lanzó improperios, pero se extralimitó al lanzar varias “trompadas”, que por suerte, al no ser boxeador, no fueron a parar a la anatomía de nadie, pero sí provocaron un momento anárquico.
Se puede protestar, es un derecho que tenemos , pero hay que mantener el equilibrio mental, consciente de que su figura representa un símbolo de grandeza para todos.
Es una lástima que se pierda los estribos y algo más… En esta ocasión, Luis Felipe tendrá que admitir que se …fuera de cajón., sin tener haber tenido necesidad de ello..