Padres, madres y tutores son los responsables de velar y cuidar que los pequeños de la casa no tomen alcohol. Alberto calvo
Santo Domingo .-Desde un dedito en el vaso hasta un traguito de cualquier tipo de alcohol puede poner en riesgo la salud de los niños, niñas y adolescentes. Y es que los afectados por las intoxicaciones derivadas de la ingesta de alcohol en las festividades navideñas ocupan el segundo lugar en las estadísticas del Centro de Operaciones de Emergencias (COE).
Más de 2,700 personas terminaron en alguna emergencia o fueron hospitalizadas por los altos niveles de alcoholemia. De esta cantidad, el 10.46 % (288) corresponden a niños, niñas y adolescentes que tomaron algún tipo de bebida alcohólica y que provocó que terminaran buscando ayuda en el centro de salud más cercano.
Aunque los datos contenidos en los boletines consolidados de fin de año del organismo de socorro, del 2016 al 2022, apuntan a que son más los adultos perjudicados llama a la preocupación la tendencia que muestra la estadística, a que cada vez más se tendrán a menores de edad, que van desde los 2 hasta los 17 años, llegando a un hospital o clínica privado intoxicados por beber alcohol.
Y a pesar de que en ese rango de tiempo, hubo dos años atípicos, 2020 y 2021 por la covid-19, en los que sólo se presentó una ligera reducción de los casos y en el cual se proyecta que se continuará observando a niños, niñas y adolescentes hospitalizados por esta causa.
Descuido de los padres
Para Elías Tejada, psicólogo del Departamento de Salud Mental del Ministerio de Salud Pública, la problemática se debe al descuido y negligencia de los padres, pues algunos niños aprovechan cuando no los están mirando para tomar un traguito del vaso que dejan en la mesa.
“Los padres dejan vasos con alcohol y los muchachos beben; otros le dan bebida a los varones para que sean hombres, siendo estos los que más se intoxican. Los padres no dan nombres ni dirección por temor a ser apresados”, precisó.
En el caso de las embarazadas, comentó que el consumo de alcohol puede provocar que el bebé tenga problemas de aprendizaje, déficit de atención, hiperactividad y otros.
En tanto que la asesora del Comité Directivo de la Sociedad Dominicana de Pediatría, la doctora Luz Herrera, describió que la ingesta de alcohol es letal en los niños, “no dejar bebidas alcohólicas al alcance de los niños y nunca ofrecerlas o permitir que terceros la ofrezcan”.
Indicó que el alcohol genera consecuencias negativas al nivel biológico, psicológico y emocional. Explicó que un menor de edad puede tener un comportamiento riesgoso que no le permita tomar una decisión correcta.
Estímulo de aliviar
El sociólogo y profesor de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, Celedonio Jiménez, manifestó que uno de los factores que inducen a la intoxicación alcohólica para las navidades es que, por ejemplo, en los sectores populares este juega un papel de estímulo.
Esto así por la necesidad de “aliviar o hacer desaparecer” frustraciones, tristezas y vacíos de su existencia material y espiritual. A esto se suma la excesiva oferta comercial de ron, vino y ponche en el período, junto a los ingresos extras en navidades, con un mayor acceso a las bebidas alcohólicas. Expresó, además, que el consumo de alcohol.
ENTREVISTA
Dr. Rudelkis Almonte
¿Qué consecuencias puede tener la ingesta excesiva de alcohol en la salud?
Puede tener varias consecuencias negativas en la salud, especialmente en el sistema nervioso y digestivo.
¿Qué provoca en el sistema nervioso?
El alcohol actúa como un depresor del sistema nervioso central, lo que significa que ralentiza la función cerebral.
El consumo excesivo de alcohol puede afectar la coordinación motora, el equilibrio y la capacidad de pensar con claridad. Además, puede causar daño cerebral a largo plazo y aumentar el riesgo de desarrollar trastornos neurológicos, como la demencia.
¿Qué daños provoca en el sistema digestivo?
El alcohol irrita el revestimiento del tracto gastrointestinal, lo que puede provocar inflamación y daño en el esófago, el estómago y el intestino delgado.
Esto puede llevar a problemas digestivos, como acidez estomacal, gastritis, úlceras y enfermedad del hígado graso. Además, el alcohol puede interferir con la absorción de nutrientes esenciales, lo que puede llevar a deficiencias nutricionales.
¿Qué le pasa al hígado al consumir alcohol?
Este es el principal órgano responsable de descomponer y eliminar el alcohol del cuerpo. El consumo excesivo puede sobrecargar el hígado y causar daño hepático.
*Por Dayana Acosta/Yamer JAvier