Santo Domingo.-“Eso nunca se había visto por aquí, ahora yo tengo miedo porque mis hijos están pequeños”, son los rumores que se escuchan entre vecinos del niño Ramsés Alexander, de cuatro años de edad, que fue encontrado ahorcado el sábado detrás de la vivienda en que residía en el Capotillo.
Ese mismo el día el menor, quien vivía con su abuela paterna, había desaparecido alrededor de las cinco de la tarde y no fue hasta las nueve de la noche cuando su cadáver fue hallado con un cable telefónico en el cuello.
Al parecer el menor fue ahorcado y posteriormente llevado hasta la parte trasera de su hogar, ya que se encontraba tendido en un pequeño patio que no está cercado.
“Como a las seis de la tarde yo me di cuenta que no estaba y empezamos todos los vecinos a buscarlo”, dijo aún alterada Miguelina Santana, abuela del infante.
Ese día no había energía eléctrica en el referido sector.
Los padres del occiso están separados desde hace un tiempo, razón por la que el menor vivía con su abuela.
Los familiares de Ramsés, que fue enterrado en La Vega, pidieron a las autoridades esclarecer el caso y dar con los responsables del hecho.
“Hago un llamado al jefe de la Policía Nacional para que esto no se quede así. Las autoridades deben apresar a los responsables de este hecho”, manifestó Santana.
Por el crimen la institución del orden ha detenido a varias personas para fines de investigación, pero aún no se tiene un responsable identificado.
El padre del occiso también fue interrogado en torno al caso ha informado la Policía.
Hasta el momento los parientes de Ramsés no sospechan quién pudo haber cometido el crimen, ya que según sus declaraciones no tenían problemas con “nadie”.
“Somos gentes de bien y por aquí todos nos conocen. No tenemos ni la menor idea del que pudo haber hecho este crimen”, indicó Santana.
El infante cursaba su primer año de estudio en una escuela primaria del sector Capotillo.
“Nosotros como padres de este barrio queremos que se haga justicia, porque nadie sabe quién es el matador o la matadora. Yo estoy que casi no duermo con miedo de que le vaya a pasar algo a mis hijos”, manifestó una de las vecinas del menor.