Está tan entretenida la cosa con la Serie del Caribe, que no hay tiempo para recuperar el sueño atrasado con ese dos y pico de la mañana diario…
Y para que los fanáticos sean más felices todavía, Virgilio Rojo, el dueño de los derechos, prohibió los saludos durante los partidos… “¡Virgilio, Virgilio, Virgilio!”… ¿Y será verdad lo que me dice Cacerolo de que “Radio Bemba” habla de nosotros en Mazatlán porque mientras los otros países llegaron con sus aviones “por la regla”, sin tumulto, respetando el distanciamiento, cuidándose del covid, el charter de los dominicano arribó “timbí” y que hay peloteros que juran y perjuran que en esas condiciones no regresan?… Cuidado, mucho cuidado…
La Confederación del Caribe, o sea, Juan Francisco Puello Herrera, merece un reconocimiento, porque mientras muchos pensaban que no se celebraría ningún torneo por culpa de la pandemia, él nunca se rindió y siempre habló de que “la serie va”… Colombia tendrá que hacer algo urgente para mejorar su béisbol, porque eso de ser «el especial del día” en una competencia profesional no “tá”… “¡Cuba Cuba, Cuba”…
Hasta que la serie termine, Félix Fermín debe olvidar su paternalismo y saber que lamentablemente, Jonathan Villar no debe ser el primer bate, porque estuvo a punto de perder la final por estar regalando esos outs y el martes volvió a hacer la alineación con el corazón y lo puso a abrir de nuevo…
A la hora de conformar el cuerpo técnico del Escogido, creo que deben pensar en Neifi Pérez, uno de los escogidistas más fieles… Nelson Cruz aguantó para no firmar por menos de dos años, pero tuvo que echarle manos a uno.