Nueva York.-A menos de un mes para las elecciones, una de las más reñidas en la historia de Estados Unidos, la candidata demócrata a la presidencia, Kamala Harris, agotó una agenda de entrevistas con medios no tradicionales para acercarse a electores que aún no la conocen totalmente, entre ellos los latinos.
La candidata demócrata acalló las quejas de que no concedía entrevistas con una maratón de apariciones: en el pódcast ‘Call Her Daddy’, los ‘late shows’ de Stephen Colbert y Howard Stern, el programa matinal ‘The View’ y en un encuentro con votantes latinos en Univisión.
Harris también se sometió a preguntas en un formato más periodístico tradicional con el programa ‘60 minutes’, una entrevista que, según el programa, el candidato republicano, el expresidente Donald Trump, rechazó.
Trabajo duro
Harris se ha visto inmersa en corto tiempo en una campaña electoral no planificada en la que pasó de apoyar como compañera de papeleta las propuestas de gobierno del presidente Joe Biden con miras a su reelección, a ser la protagonista de lo que se ha convertido en una reñida contienda en la que ella ha tenido que presentarse ante los estadounidenses.
Harris, que no tiene hijos propios, aseguró en el popular pódcast ‘Call Her Daddy’, seguido por la generación Z y las mujeres milénials, que ama a los hijos de su marido, Doug, como suyos y recordó que una familia “tiene muchas formas”.
El diario ‘The Hill’ destacó que la respuesta de Harris en ‘60 Minutes’ sobre cómo pagaría los créditos fiscales que son una parte central de su plan económico fue vacilante, como también su explicación de por qué ha cambiado su posición sobre varios temas, como la fractura hidráulica, vital para atraer el voto en Pensilvania.
El diario recordó que Trump también ha cambiado de opinión en relación con el aborto, un tema central en la campaña de este año.
Trump y la prensa
— Latinos
Donald Trump tiene esta semana un encuentro con votantes latinos con Univisión, pero ha optado por entrevistas con personalidades o periodistas afines y no se expone a preguntas con medios que considera hostiles.