PUERTO PRÍNCIPE.-El Gobierno haitiano decretó el cierre de toda actividad económica no esencial el pasado 15 de marzo, antes de la llegada del virus al país y, a la par, puso en marcha una amplia campaña de distribución de comida para paliar el hambre.
En las primeras semanas de confinamiento, se han producido largas colas de personas en varias zonas de Puerto Príncipe, sin respetar las normas de distanciamiento social, para recibir esos paquetes de comida. Para evitar esta situación, el Fondo de Asistencia Económica y Social (FAES), ente gubernamental encargado de distribuir la ayuda, ha ido casa por casa entregando los kits de ayuda alimentaria.
Además, las autoridades han suministrado productos alimenticios a los restaurantes comunitarios en varias comunas en la región metropolitana de Puerto Príncipe, para que la población de bajos ingresos siga encontrando platos calientes a diario.
Mucho antes de la propagación del coronavirus, la situación de inseguridad alimentaria ya era alarmante en Haití. Según cifras de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), cerca del 40 % de la población haitiana se encontraba en inseguridad alimentaria.