Un militar chileno en retiro, condenado a prisión el lunes por el asesinato del cantautor Víctor Jara en 1973, murió este martes en su domicilio cuando iba a ser detenido y trasladado a prisión.
Hernán Carlos Chacón Soto, quien fue brigadier del ejército, era uno de siete militares condenados a prisión el lunes por la Corte Suprema por su participación en los actos de torturas y asesinatos de Jara y el abogado Littré Quiroga.
Se presume que Chacón Soto se quitó la vida cuando la Policía de Investigación (PDI) se disponía a cumplir la orden de captura y trasladado a la cárcel de Puntateuco.
Cuando los agentes y funcionarios de derechos humanos se presentaron en su vivienda, en el barrio de Las Condes de la capital chilena, el militar de 86 años pidió un momento para tomar un medicamento.
Poco después se quitó la vida, presuntamente con un arma de su propiedad, según las primeras investigaciones.
El brigadier en retiro fue condenado a 25 años de prisión junto a otros cinco militares -Raúl Jofré González, Edwin Dimter Bianchi, Nelson Haase Mazzei, Ernesto Bethke Wulf y Juan Jara Quintana- por los cargos de homicidio y secuestro calificado por las muertes de Jara y Quiróga.
Otro inculpado, Rolando Melo Silva, recibió una condena de 8 años por encubrir los crímenes.
La muerte de Jara, uno de los más celebres cantautores chilenos de entonces, se dio luego del golpe de Estado que encabezó el general Augusto Pinochet el 11 de septiembre de 1973.
La sentencia de Chacón
La defensa de Chacón Soto sostuvo que su cliente cumplió únicamente la función de custodiar el perímetro externo del Estadio Chile, el sitio al que fueron llevados miles de perseguidos por el gobierno militar.
Al revisar el caso, la Corte Suprema de Chile consideró que el brigadier estaba en “condiciones que le permitieron intervenir directamente en el desarrollo de los interrogatorios”, así como “en el proceso previo de clasificación de los detenidos”.
“Varios testimonios corroboraron que éste participó en las labores de selección, reportando las mismas a sus superiores, por lo que resultaron no creíbles ni verosímiles sus dichos en cuanto sostuvo solo haber custodiado el perímetro externo del recinto, funciones que no se condicen con su alto grado, ni con los diversos elementos de convicción reunidos”, argumentó la sentencia.
“Portaba a la época una pistola STEYR calibre 9 milímetros, armamento plenamente coincidente con la descripción técnica de las lesiones que, según los antecedentes forenses, causaron la muerte de Jara Martínez y Littré Quiroga”, añadió.
El cuerpo de Jara, quien era miembro del Partido Comunista y apoyaba a la coalición Unidad Popular del presidente Salvador Allende, fue encontrado cinco días después de haber sido ingresado al Estadio Chile con marcas de decenas de balas. Tenía 40 años.
Por su parte, Quiroga, de 33 años y también miembro del Partido Comunista, fue encontrado con signos de tortura junto a otros prisioneros.