LES CAYES, Haití.- Jertha Ylet permaneció en silencio mientras el doctor Michelet Paurus le cortaba el yeso de su pierna con una sierra eléctrica y movimientos medidos. Tendría que dejar el hospital, de acuerdo con el médico.
Sin embargo, Ylet se hubiera quedado ahí hasta que se le cayera el yeso.
Ella ha estado en el Hospital General de Les Cayes desde que la llevaron allí el 14 de agosto, inconsciente y con la pierna aplastada, luego de que el terremoto de magnitud 7,2 destruyera su casa, matara a su padre y a otros dos familiares e hiriera gravemente a su hermano.
No hay hogar al que regresar. Un cirujano insertó una varilla de metal en su pierna izquierda el jueves.
“Tenemos muchos pacientes que han sido dados de alta, pero todavía están en el patio”, dijo el director del hospital Peterson Gede.
El lunes, Gede emitió una orden para que el personal del hospital comenzara a “motivar” a los pacientes para que se fueran, porque se necesitan camas para pacientes. Resultó más fácil decirlo que hacerlo. No tener un hogar al que regresar es un obstáculo importante para Ylet y otros que están en igual condición.