PUERTO PRÍNCIPE.- Una multitud, compuesta por 2,000 manifestantes salieron ayer a las calles de la capital de Haití y otras ciudades, donde bloquearon carreteras y cerraron negocios para exigir la dimisión del primer ministro Ariel Henry y pedir una mejor calidad de vida.
La multitud gritaba: “¡Si Ariel no se va, nos vamos a morir!”
Las protestas se producen días después de que decenas de manifestantes organizaron una sentada frente a la residencia oficial de Henry para exigir su renuncia.
La policía se enfrentó ayer a los manifestantes en algunas zonas, disparando gases lacrimógenos para dispersar a la multitud.
Los manifestantes quemaron neumáticos para bloquear algunos caminos.
La violencia y los secuestros han aumentado en Puerto Príncipe y sus alrededores durante los últimos meses debido a las luchas territoriales de las pandillas, conflicto que ha dejado cientos de civiles muertos.
Las pandillas se han vuelto más poderosas desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse el año pasado.
La gasolina sigue siendo escasa y, cuando llega a estar disponible, cuesta 15 dólares por galón.
La pobreza también se ha profundizado, con una tasa de inflación muy alta.