El político dominicano Juan Bosch dijo que “nadie se muere de verdad si queda en el mundo quien respete su memoria”.
Todo hombre visionario sabe que en la vida se presenta la oportunidad para hacer cosas en provecho de los demás, pero que valgan la pena, aunque esas acciones sean pequeñas porque es tan inmarcesible la virtud de todo esfuerzo que a través de los tiempos cada generación consciente vuelve la mirada para apreciarlo y llevar a la inmortalidad a quien lo impulse con verdadera vocación de servicio.