Claudio Caamaño Vélez
Acuden presurosos al lugar del cual el resto de la gente huye, desafiando el fuego y el peligro, arriesgando sus vidas para salvar las de personas que ni siquiera conocen.
Si hay una profesión que personifica la palabra “héroe”, sin dudas, son los bomberos. No tienen capas, ni superpoderes, pero les sobra corazón y valentía.
Más allá de las tragedias que cada cierto tiempo nos hacen recordar el valor de esos nobles servidores, nuestros héroes viven en el olvido.
Los “notamos” cuando hay un acontecimiento de gran impacto, pero ellos trabajan día a día, salvando viviendas y negocios, rescatando personas atrapadas, y en algunos casos recuperando cuerpos.
¿Cuál es el salario de un bombero? Unos 10 mil pesos, y hasta menos… En un país donde la canasta básica promedio ronda los 45 mil.
Si bien lo que hacen es “invaluable”, no quiere decir que “no tenga valor”. La motivación principal de un bombero jamás debería ser el dinero, pues es una labor que requiere vocación y entrega, pero merecen tener una vida digna.
Muchos de los bomberos que arriesgan la vida para salvar las viviendas de otros, no tienen casa propia. La mayoría tampoco tienen seguros de vida, de salud, de accidentes laborales, etc.
Es un acto de justicia mejorar la vida de los bomberos, e ir saldando esa deuda social. Mejoremos la vida de los bomberos activos, y demos pensiones dignas a aquellos que por su edad o lesiones han tenido que cesar su labor.
Por favor, hagamos algo para mejorar la vida de esos que están dispuesto a dar la suya para salvar la nuestra.
