Santo Domingo.-La ministra de Salud Pública y Asistencia Social, Altagracia Guzmán Marcelino, negó que el sistema sanitario nacional haya colapsado, porque los servicios, aún con males estructurales de años, continúan ofreciéndose.
Aseguró que con la descentralización de las funciones de rectoría, de las de provisiones de servicios a la población, se corregirán esos males, porque habrá una acción directa en la supervisión de cada centro hospitalario.
“Vamos a retomar que el director del Servicio Nacional de Salud, el director Regional, bajo la supervisión de la Ministra, cuando ocurra una muerte materna vayan al hospital a discutirla con el cuerpo de médicos y enfermeras que trató ese caso. Eso es prevención y de ir aplicando las normas”, dijo.
Explicó que otra medida que garantiza la reestructuración del sistema es vincular los Consejos de la Seguridad Social, del Seguro Nacional de Salud y el Programa de Medicamentos Esenciales (Promese) con la población, porque son claves para la calidad, el abastecimiento y el financiamiento de ese sector.
Advirtió que estará presente en cada sesión de esos consejos para garantizar la calidad, el abastecimiento y el financiamiento de los servicios sanitarios, porque las decisiones que se tomen allí son “claves para impactar la salud de la población de forma directa y en sentido general”.
Informó que es necesario realizar una encuesta para evaluar los niveles de satisfacción de los pacientes que usan los hospitales en los regímenes contributivo y subsidiado del Seguro Familiar de Salud, para poder vender servicios a las Administradoras de Riesgos de Salud (ARS).
“La habilitación de los hospitales es el primer punto de nuestra agenda para la capitalización de los hospitales, para lograr que se empoderen, se comprometan y ejecuten todo lo que hay que hacer para vender y facturar servicios a las ARS”, dijo Guzmán.
Explicó que solo hay que organizar a los centros pequeños para que funcionen como centros de primer nivel de atención, lo cual ya se está haciendo para el régimen subsidiado.
En cuanto al régimen contributivo sostuvo que el CNSS se pondrá a ejecutar las acciones necesarias para llegar a ese nivel y eso forma parte de la alianza estratégica con las clínicas privadas.
Según datos estadísticos de la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (Sisalril), hasta agosto de este año el sistema tenía 5,817,804 afiliados; de esos 3, 069,411 son del régimen Contributivo y 2,748,393 del Subsidiado.
Una Ministra de bata blanca
De una manera fortuita Altagracia Guzmán Marcelino, que siempre supo que iba a ser médico, se especializó en pediatría e infectología. Desde el año 1980 se ha mantenido trabajando para el Estado y cuando no ha sido así ha vuelto a “ponerse la bata”.
Tras ser Secretaria de Salud Pública pasó a ser asesora por un año y luego volvió a consultar.
En su primera gestión al frente de Salud Pública la marcó mucho la práctica en los hospitales. Cuenta el caso de un niño cuyos padres no tenían dinero para la vacuna contra la meningitis.
Esa ocasión ayudó a la familia, que agradecida le regaló una bombonera que aún conserva. Una de sus huellas fue incluir ese tratamiento en el el sistema de vacunación.
