Naciones Unidas.- El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó el ataque del miércoles a una escuela en Nuseirat (Gaza) que servía como refugio para los desplazados y dijo que «es inconcebible la constante desprotección efectiva de los civiles de Gaza».
Guterres emitió un comunicado tras conocerse detalles del bombardeo contra la escuela, que se saldó con la muerte de 18 personas, incluidos mujeres y niños y seis empleados de la Agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA).
Recordó que también en las guerras «los civiles y las infraestructuras en que se apoyan deben ser protegidos».
El Ejército israelí dijo que nueve de los muertos eran miembros de Hamás -dio sus nombres y apellidos-, y de ellos, tres trabajaban oficialmente para UNRWA, una acusación que la agencia dijo «no estar en condiciones de comentar o verificar», según comentó a EFE escuetamente un portavoz de la agencia.
Con respecto a la versión israelí de que la escuela servía como centro de mando de Hamás, Guterres reclamó que el incidente «sea investigado de manera independiente y minuciosa», aunque no anunció que la ONU vaya a llevar a cabo esa investigación.
En lo que parece también una velada crítica a Hamás -pero no lo menciona-, Guterres «llamó a todas las partes a abstenerse de usar escuelas, refugios o las zonas aledañas con propósitos militares».
Con respecto a los muertos de UNRWA, el comunicado precisa que con ellos sube a 220 el número de miembros de esta organización desde que empezó la guerra.
Israel ha acusado a la UNRWA de connivencia con Hamás y ha llegado a cifrar en centenares el número de sus agentes que tienen doble militancia; sin embargo, nunca ha podido probrarlo, y la ONU ha defendido a su agencia como «la columna vertebral de la labor humanitaria en Gaza» y ha dejado claro que su ausencia no podría ser cubierta por ninguna otra agencia de la ONU.