
El nuevo vocero presidencial, el afable colega Félix Reyna, no miente al afirmar que en los cinco años desde 2020 el Gobierno ha trabajado para “transformar comunidades, modernizar la infraestructura y mejorar la calidad de vida de los dominicanos”.
Eso creo hoy. Su afirmación es a propósito de la campaña mediática oficial para convencer a la opinión pública de que la oposición miente al asegurar que el gasto estatal en obras e inversiones de capital es la más baja del último medio siglo. ¡Difícil tarea! La oposición avala su discurso en cifras oficiales sobre la proporción del presupuesto y porcentaje del PIB que va a la construcción de carreteras, hospitales, escuelas o presas y proyectos similares.
El propio actual ministro de Hacienda, Magín Díaz, que tampoco miente, repitió muchas veces antes de asumir el cargo que la inversión estatal merece revisarse pues hay demasiado dinero dedicado a nóminas excesivas, subsidios, pago de intereses por deuda pública y gastos improductivos.
Entonces, si ninguno miente, ¿a quién le creo? El CREES y Andy Dauhajre ofrecen datos confiables sobre la ejecución presupuestaria sobre la base de cifras oficiales.
Un excelente síntoma de que el Gobierno ha aceptado las críticas y preocupaciones sobre la necesidad de reorientar el gasto es precisamente que Magín esté ahora en Hacienda. Mientras tanto, ¡qué maravilloso país tenemos, en que ningún político miente!