Guinea.- La junta militar de Guinea inició el martes una serie de reuniones durante cuatro días acerca del futuro de la nación de África occidental tras el golpe de Estado hace una semana, y en las que se prevé habrá presiones para que el régimen fije un plazo para futuras elecciones.
Crecen las preocupaciones acerca de cuándo la junta dirigida por el coronel Mamady Doumbouya entregará el poder a un gobierno de transición, como le reclaman los mediadores regionales y la comunidad internacional.
El golpe ha gozado del apoyo cauto de opositores al presidente depuesto Alpha Conde, incluido del opositor más prominente, Cellou Dalein Diallo, derrotado por Conde en las últimas tres elecciones presidenciales.
La furia provocada por la pretensión de Conde de ganar un tercer período presidencial dio lugar a manifestaciones violentas en las calles, y muchos en Conakry, la capital, han expresado su apoyo al golpe militar
. La duración de ese apoyo podría depender de los acuerdos que se logren en las reuniones de esta semana. Entre los participantes se encuentran los empresarios mineros, a quienes el líder de la junta ha dado seguridades a fin de impedir la desestabilización de las exportaciones de bauxita y oro que son cruciales para la economía del país.
La junta iniciaba las conversaciones el martes con dirigentes del partido de Diallo, la Unión de Fuerzas Democráticas de Guinea, y otros opositores de Conde.
Luego recibirá a líderes religiosos en el Palacio del Pueblo, donde previamente convocó a funcionarios del gobierno derrocado para exigir que entreguen sus pasaportes y las llaves de los vehículos oficiales.
Tras una visita a Conakry el lunes, el jefe de la Oficina de la ONU para África Occidental y el Sahel dijo que depositaba “muchas esperanzas” en las reuniones de esta semana.
“Porque no importa lo que diga o haga la comunidad internacional, la suerte de Guinea será la que decidan los propios guineanos”, dijo Annadif Khatir Mahamat Saleh.