En el año 2005 cuando se empezó a hablar sobre mediación familiar en el Poder Judicial, conocí la “Guía Práctica para Padres Divorciados o Separados” reproducida por la Dirección de Familia, Niñez y Adolescencia (Difna) que dirigía la experta en infancia, Carme Rosa Hernández.
La columna Conflictos y Mediaciones desea importantizar para sus lectores y padres a la vez, que tan importante es para las personas en la familia, aprender diferenciar un matrimonio o separación a la crianza de las personas menores de edad.
Desde ese momento me mostré muy interesado por la misma, por los sabios consejos que ofrece a padres y madres y demás familiares, de cómo manejar los conflictos en divorciados o en proceso y separados. En donde la mediación como disciplina promotora de la convencía familiar, educativa, vecinal, comunitaria, laboral y política; no está ajena a sus efectos.
La Dinaf obtuvo el permiso de uso por los creadores “The Bexar County Dispute Resolution Center”, en ese entonces ubicada en San Antonio, Texas de los Estados Unidos de América.
La Guía Práctica para Padres Divorciados o Separados contiene una breve introducción en la que cuenta cuan tan significativo (sus consecuencias o negativo) es para las personas menores de edad la separación o divorcio de sus progenitores.
Invita a los padres y madres que como orientadores de sus hijos e hijas, a evitar entre ellos en presencia de estos, a realizar comentarios “desagradables con relación al otro”/a. Ya que, acentúa que los mismos provienen del padre o la madre de sus propios vástagos y que esto podría provocarle “efecto negativos para su hijo”/a.
Destaca la Guía Práctica para Padres Divorciados o Separados, la importancia para los padre y madres cooperar entre ellos para lograr que todas las decisiones sobre sus hijos sean consensuadas y que de esa manera podrían tomar esas decisiones lo “más objetiva posible”. Esta pueden ser mejor elaboradas si estos se hacen asistir de una persona mediadora entrenada para esos fines.
Sostiene que la madre o el padre que tiene la guarda de las personas menores de edad “deben incentivarlos a pasar tiempo con el otro y hacerlos entender que gozan del afecto de ambos” y que papa y mamá “contribuyen con su manutención”.
Apunta la guía en relación a las visitas que él o la progenitor/a que no posee la guarda deberá estar juicioso al momento de estar interesado en compartir con su hijos e hijas y ser adecuados al tiempo de cada uno de ellos.
En ese sentido es trascendental que cada progenitor coopere en alertar y de vez en cuando emitir las sugerencias de lugar en torno a las horas en que ellos compartirán el tiempo libre o de trabajo.
No se descarta según esta guía, que no exista entre ambos progenitores “resentimientos” de una al otro o viceversa. Y en caso de ocurrir, estos no deberían ser de conocimientos de sus hijo/as.
Plasma un punto de suma importancia, es el relacionado a la imagen que tendrá la persona menor de edad, en torno a todo lo ocurrido entre sus padres; sea de manera individual a cada uno de ellos o a los dos como responsable.
La Guía Práctica para Padres Divorciados o Separados reflexiona sobre los derechos de las personas menores de edad involucrados en transcurso de divorcio o separación y resalta lo que se debe hacer y no hacer en cuanto de los conflictos de ellos como adultos.
Que “Hacer”, en cuanto a ese aspecto dice que ser “discreto frente a sus hijos cuando ellos estén frente a alguien con quien usted este emocionalmente envuelto”; las emociones de uno al otro hace que se cometan errores que en el futuro afectan a las personas menores de edad y a los adultos.
El segundo exhortación es informar a “su ex cónyuge o ex compañero (a), tan pronto sea posible, si usted no puede ir a visitar a sus hijos como ha sido planeado. Es injusto mantener los niños esperando sus visitas, y peor aún, desilusionarlos al dejar de ir a su visitas”.
En la tercera opción dice que padres y madres en relación a las visitas sus hijo/as sea “placenteras” y a la vez les exhorta a no hacer cuestionamientos “acerca de las actividades de su ex cónyuge o ex compañero (a)” y que a la vez “no les haga promesas extravagantes que usted no pueda o no vaya a mantener”.
Otra sugerencia de interés para padres y madres es que se “reduzca al máximo el tiempo que sus hijos estén bajo el cuidados de extraños o parientes”, en Conflictos y Mediaciones hemos planteados en columna anteriores sobre esa sugerencia, para que se tomen las personas adultas medidas pertinentes en relación a esas situaciones.
Un elemento relevante para la Guía Práctica para Padres Divorciados o Separados y Conflictos y Mediaciones es que ambos padres se esfuercen “en proveerlos de bienestar espiritual, salud, felicidad y seguridad” y por supuesto de los alimentos.
Puntualiza que en caso de tener colocada una pensión alimenticia, deposito el dinero “a tiempo”. La mencionada guía indica que sería “injusto para los niños que el pago de la manutención sea retrasado”. En mediación, se enfatiza frente a las partes el cumplimiento de lo acordado en relación a los alimentos, para evitar conflictos mayores entre los padres.
Un dato de sumo interés, es el relacionado a todo error que comenten los padres y madres en relación al trato a sus descendientes. La guía subraya que cada padre ofrezca “un trato igualitario a cada uno de sus hijos”.