Moscú amaneció sobresaltada este martes por una oleada de ataques con drones a gran escala, cuya autoría el Kremlin atribuyó a Ucrania.
Las autoridades rusas han confirmado que sus defensas antiaéreas derribaron a primera hora de la mañana ocho aparatos antes de que impactaran en sus objetivos y que los mismos no dejaron víctimas ni daños de consideración.
Sin embargo, la prensa rusa aseguró que unas 30 aeronaves controladas a distancia participaron en la operación.
«Esta mañana el régimen de Kyiv lanzó un ataque terrorista con vehículos no tripulados en las inmediaciones de la ciudad de Moscú, pero todos los vehículos fueron derribados«, afirmó el Ministerio de Defensa en un comunicado, reportó la agencia Reuters.
Desde el Kremlin también responsabilizaron a su vecino del oeste y aseveraron que los sucesos eran una represalia por el bombardeo previo a una sede de los servicios secretos ucranianos.
Desde el gobierno de Volodymyr Zelensky, por su parte, negaron cualquier responsabilidad en lo ocurrido.
El portavoz del Pentágono dijo posteriormente que «Estados Unidos no apoya que se produzcan ataques dentro de Rusia».
Un buen susto
«A las 6:24 de esta mañana escuché una explosión a lo lejos y las ventanas de mi casa se estremecieron», narró Steve Rosenberg, corresponsal de la BBC en la capital rusa.
Pese a que los drones fueron derribados (tres gracias a las medidas electrónicas que permitieron desviarlos y otros cincos destruidos con misiles Pantsir, según información suministrada por el Ministerio de Defensa ruso), el alcalde de Moscú, Serguéi Sobyanin, confirmó que algunas edificaciones residenciales resultaron afectadas.
«Como consecuencia de un ataque con drones se produjeron daños menores en varios edificios. Todos los servicios de emergencia de la ciudad se encuentran en el lugar del incidente», escribió el mandatario local en su canal de Telegram, reportó el servicio ruso de la BBC.
La BBC verificó que tres torres de departamentos fueron afectadas cuando los restos de los aparatos derribados cayeron sobre ellas.
Sobyanin también informó que dos personas debieron ser hospitalizadas, mientras que cientos más fueron evacuadas preventivamente durante algunas horas.
Por su parte, el diputado Alexander Khinshtein, miembro del partido oficialista Rusia Unida, aseguró que tres de los aparatos fueron derribados sobre el exclusivo suburbio de Rublyovka, al oeste de la capital rusa.
En esta área altos funcionarios tienen residencias, incluido el presidente Vladimir Putin.
Testigos citados por el servicio ruso de la BBC informaron que otros drones cayeron en tres zonas: en la famosa Leninsky Prospekt -la gran avenida diseñada por el líder soviético José Stalin-, en Profsoyuznaya y en Atlasnaya, esta última fuera de la autopista que circunvala la capital rusa.
Acción y reacción
Pese a que se desconocen cuáles eran los objetivos de los aparatos, el presidente ruso dio por hecho que el plan era «atacar y atemorizar» a sus compatriotas.
«Un cuartel general de inteligencia militar ucraniana fue atacado hace dos o tres días y en respuesta, el régimen de Kyiv eligió asustar a los rusos«, agregó en declaraciones a la televisión local.
Durante su intervención el mandatario afirmó que «el sistema de defensa antiaérea trabajó normal y satisfactoriamente, aunque debemos hacer algunos ajustes«.
Según funcionarios rusos los drones no fueran detectados y derribados mucho antes de llegar a la capital debido a que volaban a muy baja altura.
Despejando dudas
Las versiones iniciales que aseguraban que el ataque fue encabezado por drones UJ-22, de fabricación ucraniana, quedaron en entredicho por algunas grabaciones que circularon horas después de los ataques por las redes sociales.
En las filmaciones hechas por moscovistas a uno de los drones derribados se observa que su silueta es distinta a la de los aparatos ucranianos.
La BBC mostró las imágenes a Steve Wright, experto en drones de la Universidad West of England, quien dijo que la envergadura del ala sugiere que su alcance potencial es de «al menos decenas, incluso cientos de kilómetros».
Ucrania rechaza las acusaciones
Los ataques contra Moscú se producen cuando Kyiv vivió su tercera jornada de bombardeos que obligaron a miles de sus residentes a pasar la noche en los refugios antiaéreos.
Aunque no ocultaron su felicidad por lo ocurrido en la capital del país vecino, las autoridades ucranianas negaron estar directamente involucradas en los sucesos.
«Por supuesto que nos complace observar y predecir un aumento en el número de ataques. Pero por supuesto que no tenemos directamente nada que ver con esto«, dijo el asesor presidencial ucraniano, Mykhailo Podolyak.
Las sospechas de que las fuerzas armadas ucranianas están detrás de los ataques registrados en suelo ruso no hacen más que aumentar a medida que estos se repiten.
A principios de mes unos drones fueron derribados sobre el Kremlin, sede la Presidencia rusa. Pocos días después localidades fronterizas con Ucrania sufrieron ataques e incursiones terrestres.
Desde principios de 2023 la BBC ha contabilizado una treintena de ataques con aviones no tripulados en suelo ruso o en zonas de Ucrania controladas por el ejército de Putin.
Las dudas han sido reforzadas en las últimas horas por declaraciones como las del alcalde de Kyiv, Vitaly Klitschko.
«Si los rusos pueden causarle pesadillas a la gente de Kyiv, ¿por qué los moscovitas deberían descansar?«, soltó en declaraciones a la televisión ucraniana.
«Por mucho tiempo la guerra en Ucrania parecía algo distante para los moscovitas, algo que solo se veía en televisión y que no impactaba en sus vidas. Pero esto causará preocupación», pronosticó Steve Rosenberg.
Otra noche en el refugio
Por su parte, en Kyiv miles de personas debieron pasar su tercera noche en vela en los refugios debido a una nueva ola de ataques rusos.
Los militares ucranianos aseguraron que sus defensas antiaéreas interceptaron 20 drones.
No obstante, una persona murió y otras tres resultaron heridas, luego de que restos de uno de esos dispositivos impactara un edificio residencial y se desatara un incendio.
Pero la capital no fue el único blanco de los ataques del Kremlin. Una base aérea en la provincia de Jmelnitski, al oeste del país, resultó afectada. Cinco aviones y la pista de aterrizaje de la instalación fueron dañadas, confirmaron las autoridades locales.