SANTIAGO DE CHILE. — El Grupo de Lima pidió el lunes a la comunidad internacional que siga imponiendo sanciones al gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro, al tiempo en que llamó a China, Cuba, Rusia y Turquía a respaldar el proceso de transición en la nación sudamericana, tras considerar que el apoyo que brindan a Maduro tiene un impacto negativo en la región.
Horas antes de que se divulgase la declaración de 17 puntos, firmada por Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay y Perú, el gobierno canadiense anunció la imposición de más sanciones al gobierno del presidente Maduro, que considera “ilegítimo», al sostener que contribuye al deterioro de la crisis.
La ministra de Relaciones Exteriores canadiense Chrystia Freeland precisó que las sanciones afectan a 43 altos funcionarios venezolanos, entre ellos gobernadores regionales, por estar implicados en el socavamiento de las instituciones democráticas.
Canadá ya había sancionado a otras 70 personas vinculadas al gobierno del mandatario socialista. Las sanciones incluyen la congelación de activos y la prohibición a los canadienses de realizar cualquier transacción financiera con personas específicas.
Al llamar a más sanciones, el Grupo de Lima pidió a los gobiernos “a poner a exclusiva disposición del gobierno interino del presidente encargado Juan Guaidó los bienes pertenecientes al pueblo venezolano en el extranjero, conforme al ordenamiento jurídico de cada Estado».
Asimismo, invitaron al Grupo de Contacto –formado por países europeos y algunos latinoamericanos como México, Uruguay y Bolivia, y otros miembros de la comunidad internacional, “a profundizar el proceso de convergencia con el Grupo de Lima, para exigir el cese de la usurpación y la celebración de elecciones libres, justas y transparentes, con acompañamiento y observación internacional».
La cita del Grupo se registra 48 horas después de una gira por Chile, Paraguay, Perú y Colombia del secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, en cuya agenda ocupó un lugar destacado la situación venezolana.
Recientemente el presidente estadounidense Donald Trump afirmó que todas las opciones “están sobre la mesa». Estados Unidos ha sancionado económicamente a empresas de capitales venezolanos en suelo estadounidense y a personas cercanas a Maduro.
La última sanción la semana pasada afectó a una empresa estatal venezolana dedicada a la extracción de minerales. Durante su visita a Chile, Pompeo criticó duramente a China por considerar que Beijing inyecta en algunos países latinoamericanos “capitales corrosivos» que ayudan a la mantención del régimen de Maduro.
También lanzó dardos a Rusia y a Cuba por intervenir en los asuntos de la nación petrolera. Además de los representantes de los 14 países, la mayoría cancilleres, participó en la cita Julio Borges, enviado especial de Guaidó, quien hasta ahora cuenta con el reconocimiento de 54 países.
El Grupo de Lima, que surgió en 2017, busca una salida pacífica y negociada a la crisis que, según cifras de Naciones Unidas, ha empujado a unos tres millones de venezolanos al exilio forzoso. Sin embargo, la instancia internacional no ha cosechado éxitos.
También rechaza enérgicamente una intervención militar en Venezuela. Maduro ha desoído las múltiples declaraciones del Grupo de Lima y de otras naciones tendientes a solucionar la crisis humanitaria, política y económica que afecta a la nación sudamericana.
Además del Grupo de Lima, opera el Grupo de Contacto formado por países europeos y algunos latinoamericanos, como Ecuador, Costa Rica, Uruguay y Bolivia, que presionan por una solución a la crisis a través del adelantamiento de elecciones en Venezuela. La próxima reunión del Grupo de Lima se desarrollará en Guatemala en una fecha por definir.