El nacimiento y el mantenimiento en el tiempo y en la geografía de la dominicanidad, no ha sido un golpe de suerte.
SANTO DOMINGO.-Hoy el país conmemora el 160 aniversario de la Restauración de la República. Ciento sesenta años han transcurrido del Grito Restaurador de Capotillo, el cual se reafirmó con voluntad heroica, lo que había sido proclamado en la esperanza de la construcción nacionalista el 27 de febrero de 1844.
Para el presidente de la Comisión Permanente de Efemérides Patrias, Juan Pablo Uribe, hace 160 años, el pueblo dominicano venció al colonialismo, a los traidores, a los indiferentes, a los que no tienen fe en el destino grande de la patria.
El incumbente describe que el pueblo dominicano debe conmemorar, valorar, rememorar, y nunca olvidar una fecha como la del 16 de agosto de 1863, “cual llamado portentoso, se produce el Grito de Capotillo ondeando la bandera tricolor de los sueños inmortales de la patria, iniciándose la guerra anticolonial y popular de la Restauración.
Un desafío a los traidores escépticos de la República que le arrebataron su independencia y la anexionaron al Imperio español. Una invocación de las fuerzas telúricas de la dominicanidad emprendiendo la restauración de la independencia. Una derrota de la traición, el apocamiento y la deshonra de los pusilánimes sin fe en un proyecto nacional. Un triunfo del lema bendecido de este pueblo: ‘Dios, patria y libertad’”.
Conciencia colectiva
Uribe, está convencido de que esta fecha impulsa una conciencia personal colectiva que escala la jerarquía del ethos dominicano en la pendiente de su historicidad. Agrega: “el 16 de agosto de 2023, después de 160 años del Grito Restaurador de Capotillo, fecha grandiosa de la patria, reafirmamos nuestra entrega y trabajo de la defensa intransigente de la soberanía nacional, la integridad territorial, la autodeterminación del pueblo, y la identidad que es la dominicanidad”.
El filósofo y comunicador volvió a resaltar el compromiso moral, político e ideológico que tiene el presidente Luis Abinader con la historia heroica del pueblo dominicano. Fue categórico al decir que este triunfo tiene nombre y apellidos, pues en la historia está escrita, quienes a sangre y fuego se jugaron la vida en defensa de la independencia nacional, con la traidora anexión a España, en marzo de 1861, convirtiéndonos en una provincia de ultramar del Imperio español.
Citó que este grupo de hombres bravos, corajudos y patriotas lanzaron el grito libertador en cerro Capotillo, Dajabón y plantaron la bandera tricolor de la esperanza: Santiago Rodríguez, Benito Monción, Segundo Rivas, Pablo Reyes, Juan de la Mata, Alejandro Bueno, Eugenio Belliard, Juan de la Cruz Álvarez, Sotero Blan, José Angulo, San Mézquita, José Cabrera, Tomás Aquilino Rodríguez, y un anónimo con nombre de acción.
Programa actividades
Juan Pablo Uribe sostuvo que para conmemorar esta efemérides diseñaron un programa de actividades que inicia hoy, a las 8:00 de la mañana en Santiago, con el enhestamiento de la Bandera Nacional e interpretación del Himno Nacional y a las 9:30 a. m., un tedeum oficiado por Freddy Bretón Martínez, arzobispo de la Arquidiócesis de Santiago, en la Catedral Metropolitana de Santiago Apóstol.
A las 10:30 de la mañana se hará el depósito de ofrendas florales y a las 4:00 p. m., el desfile militar, policial patriótico, restaurador , en el Monumento a las Héroes de la Restauración. Habrá otro gran acto patriótico a partir de las 8:00 a. m., en el Monumento del Grito de Capotillo, en Dajabón, el cual será encabezado por autoridades civiles, militares y de Efemérides Patrias.
Carta de Duarte a los restauradores
La misiva.
Señores individuos del Gobierno provisorio
En Santiago,
Arrojado de mi suelo natal por ese bando parricida que empezando por proscribir a perpetuidad a los fundadores de la República ha concluido por vender al extranjero la patria, cuya independencia jurara defender a todo trance; he arrastrado durante veinte años la vida nómada del proscrito, sin que la providencia tuviese a bien realizar la esperanza, que siempre se albergó en mi alma, de volver un día al seno de mis conciudadanos y consagrar a la defensa de sus derechos políticos cuanto aún me restase de fuerza y vida.
Pero sonó la hora de la gran traición en que el Iscariote creyó consumada su obra, y sonó también para mí la hora de la vuelta a la patria; el señor allanó mis caminos y a pesar de cuántas dificultades y riesgos se presentaron en mi marcha, heme al fin con cuatro compañeros más, en este heroico pueblo de Guayubín dispuesto a correr con vosotros, y de modo que lo tengáis a bien, todos los azares y vicisitudes que Dios tenga aún reservados a la grande obra de la Restauración Dominicana que con tanto denuedo como honra y gloria habéis emprendido.
Creo, no sin fundamento, que el Gobierno provisorio no dejará de apreciar luego que me comunique con él personalmente lo que he podido hacer en obsequio del triunfo de nuestra justa causa, y espero de su alta sabiduría que sacará de ello importantes y positivos resultados.
Dignáos aceptar los sentimientos de alta consideración y aprecio con que se pone a vuestras órdenes el Gl. Drt.