Santo Domingo.-El jardinero dominicano Gregory Polanco, de los Piratas de Pittsburgh, aseguró que mejorar la falta de enfoque en el juego es la meta principal que tiene para la próxima temporada de Grandes Ligas.

Polanco dijo que en la venidera campaña quiere ser más consistente a la ofensiva que en las dos anteriores para demostrar que puede ser un jugador titular en las Mayores.

“Me estoy preparando bien físicamente, pidiéndole a Dios la salud suficiente para demostrar que puedo ser consistente para jugar en las Grandes Ligas”, dijo Gregory, quien reconoce que todavía no ha cumplido con las expectativas que se han creado a su alrededor.

En la temporada pasada, Polanco bateó para .256 (593-152), con nueve jonrones, 35 dobles, seis triples, y 27 robos en 153 juegos.

“Creo que he hecho un buen trabajo a la ofensiva, pero sé que lo puedo hacer mejor y me estoy esforzando cada día más para cumplir con mis propósitos y los del equipo”, manifestó Polanco, quien es parte del mejor trío de jardineros defensivos de las Mayores junto a Andrew McCutchen y su compatriota Starling Marte.

Disminuir engaños

Gregory reveló que trabaja para mejorar el reconocimiento de los pitcheos en especial de los cambios de velocidad que tanto daño le hacen.

“El año pasado me hicieron muchos outs con pitcheos que no estaban en la zona de strikes a los que les hacía swing, en especial los cambios de velocidad, pero estoy trabajando para mejorar en ese sentido”, explicó el nativo de Villa Mella.

Una muestra de esa realidad es que Polanco se ponchó 121 veces y apenas recibió 21 boletos en 652 apariciones al plato en 2015.

Polanco resaltó que notó que tenía turnos en los que iba muy agresivo al plato y en otros muy pasivo. “Séque necesito equilibrarme, pero todo eso es mental y se logra con la madurez”, dijo Gregory.

Sin presión

Polanco dijo que a pesar de que no estaba produciendo como se esperaba siempre tuvo la confianza del manager Clint Hurdle, quien le dijo que iba a jugar en el jardín derecho el año entero pase lo que pase.

Recordó que por esa confianza pudo recuperarse en la segunda mitad, luego de una pobre primera parte en la que bateó .237, con 15 dobles, tres triples, tres jonrones y 23 empujadas en 84 juegos.

En la segunda mitad mejoró al batear para .276, con 20 dobles, tres triples, seis jonrones y 29 empujadas en 69 juegos.