Interesante observar cómo la gran mayoría de un pueblo defiende por encima de todo y a pesar de estar ya en un cierto túnel de incertidumbre económica y social, la dignidad que muchas veces lo ha caracterizado.
Grecia habló en las urnas recientemente para decir No “Oxi” a las políticas y exigencias económicas por parte del Eurogrupo y esa troika “venenosa”.
La población griega viene desde hace años sufriendo de recortes en las pensiones, una caída de la calidad de vida y alzas de impuestos.
Previo a la última consulta ciudadana, los bancos tuvieron que cerrar y solo se permitió a la población sacar diariamente una cantidad ínfima de euros de su propio dinero, un corralito que trajo a la memoria aquel sufrimiento argentino, con la posibilidad de que el país literalmente se quedara sin dinero.
En un referéndum sin precedentes, desde que la democracia regresó al país en 1974 tras la caída de la junta militar, una mayoría absoluta de griegos respaldó la propuesta del Gobierno de Alexis Tsipras y votó en contra de los términos del programa de ayuda que los socios pusieron sobre la mesa en el Eurogrupo el pasado 25 de junio, y que consistían —en pasado, ya que esa propuesta es desde hace unos días extemporánea al expirar la prórroga del rescate— en una nueva dosis de austeridad. Aunque muchos, los defensores del sí, votaron convencidos de que la pregunta era un sí o un no al euro y Europa.
El primer ministro griego, Tsipras, dijo el gobierno reiniciará las negociaciones con los acreedores para alcanzar un acuerdo y afirmó que es consciente de que el no “no es un mandato de ruptura” y que su “ prioridad es el funcionamiento del sistema bancario”.
El ministro de Finanzas griego Yanis Varoufakis presentó su dimisión para según él, no interferir en las negociaciones con la Unión Europea. De hecho, Varoufakis, clave en todo este proceso en las conversaciones con los acreedores, cobró protagonismo cuando enfrentó en varias ocasiones a la comisión europea encabezada por la alemana Angel Merkel y recientemente, llamó a las acciones y exigencias de la troika “terrorismo” contra el pueblo heleno.
Todo está por verse en el tablero griego. Un país con un sistema económico fallido y que viene ocasionado por gobiernos anteriores al de Tsipras: excesivo número de funcionarios públicos, muchos jubilados antes de tiempo incluido fallecidos, descontrol del gasto público, clientelismo, malversación de fondos, economía sumergida de un 25% de PIB, despilfarro, evasión fiscal a raudales, falta de confianza de inversores en el país, etc… obligando a Grecia a recurrir a ayudas económicas por parte de la comisión europea y el Fondo Monetario Internacional sin poder pagar lo prestado.
Esto puede ser un buen espejo para nosotros.