El Gran Santo Domingo seguirá usando cisternas y tinacos, aún con nuevo acueducto

Santo Domingo.- Para garantizar la cobertura de agua actual en el Gran Santo Domingo es necesario mejorar la operatividad del sistema, determinando dónde deben están colocadas las nuevas válvulas y planificar la sectorización, es decir la distribución del líquido.

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Ese planteamiento es del ingeniero hidráulico José Aybar, asesor de la dirección ejecutiva del Instituto Nacional de Agua Potable y Alcantarillado (INAPA), quien al ser consultado sobre lo extraño que resulta que familias cercanas al terraplén del Acueducto de Barrera de Salidad, no reciban el líquido, dijo que por allí hay suficiente para abastecer todo ese entorno.

“En cuestión de días puede normalizarse esa situación, la CAASD está ampliando esa obra y la zona que actualmente no tiene cobertura con el acueducto original que es de 4 metros cúbicos por segundo se está llevando a 6 metros cúbicos por segundo”, reaccionó Aybar.

El experto, que se desempeñó antes por tuve 11 años como director del Departamento de Ingeniería de la CAASD coincidió con Luis Salcedo, director operativo de esta entidad, en que toda la zona contigua a Los Frailes, Ciudad Juan Bosch y otros sectores van a ser favorecidos con la ampliación del Acueducto.

Agua suficiente

En relación a sí hay suficiente agua para abastecer el Gran Santo Domingo, José Aybar dijo que se requiere de un nuevo sistema para aumentar la producción por lo que se está hablando de uno de diez metros cúbicos por segundos, desde la Presa de Hatillo, cuyos estudios están muy avanzados.

“Con ese acueducto y reduciendo las pérdidas que andan por alrededor de un 50 por ciento se puede garantizar agua al Gran Santo Domingo por lo menos para los próximos 50 años”, comentó Aybar.

No obstante, el profesional dijo que aun así, las familias tendrán que seguir usando cisternas y tinacos porque con la presión que manejan los acueductos y la posición de los tanques no se puede garantizar agua a partir de un segundo a cuarto nivel de las viviendas.

“Por la topografía del terreno, es casi obligatorio el uso de cisternas y tinacos, por ejemplo los tanques de la Autopista de San Isidro, ese terraplén es de 17 metros y puede garantizar agua hasta un tercer nivel no un cuarto”, comentó Aybar, que insistió en la necesidad en la necesidad de un plan para disminuir los desperdicios.