Nagua, Ma. Trinidad Sánchez.-La predominante presencia de manglares que atrae múltiples especies como la paloma coronita y la garza real que se sobrevuelan el espacio aéreo de la Gran Laguna, así como el reservorio de peces róbalo y en ocasiones tortugas carey en las aguas de este lugar, convierten el mismo en remanso de paz.

Este humedal, conocido también como la laguna de Peruche, forma parte del circuito de áreas protegidas ubicado en la Ruta Eco turística María Trinidad Sánchez, y cuenta con valiosas potencialidades para el disfrute de los visitantes.

Desde este refugio de vida silvestre, ubicado exactamente en Nagua, entre las desembocadura de los ríos Boba y Bacuí, el turista se conecta en corto tiempo, durante un apasionado recorrido en bote con la laguna de Gri- Grí, en Río San Juan.

En un viaje de familiarización con motivo del Día Mundial de los Humedales, ofrecido por el ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Bautista Rojas Gómez, reporteros de distintos medios descubrieron parte de los encantos ecológicos y turísticos que se conjugan aquí.

Como parte de este Refugio de Vida Silvestre declarado así mediante el decreto 309-95 del 31 de diciembre de 1995 y ratificado por la ley 64 00, se puede apreciar una exuberante vegetación, entre la que figuran amplias extensiones de cocotales y zonas con dunas de más de un metro de altura.

Celebración

A propósito de la conmemoración del Día Mundial de los Humedales, el día 2, Rojas Gómez encabezó aquí actividades educativas, recreativas y de reconocimiento ambiental, al tiempo que destacó los aportes de estos.

“Estos ecosistemas suministran y depuran nuestra agua, recargan los acuíferos y proporcionan arroz y pescados que alimentan a miles de millones de personas en todo el mundo”, comentó el funcionario.

Instó a la población a cuidar estos escenarios tomando en cuenta que están asociados a un recurso fundamental como el agua y son una fuente de diversos usos que contribuyen a mejorar la calidad de vida de la gente.