Lisboa.– Más de medio millón de personas arroparon al papa ayer a la Ceremonia de la Acogida, su primer encuentro con los peregrinos y su primer baño de masas en Lisboa con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud.
En medio de un impresionante dispositivo de seguridad que paralizó prácticamente el centro de la capital lusa, decenas de miles de peregrinos tomaron posiciones desde primera hora en el parque Eduardo VII para garantizarse un hueco en primera fila.
Avanzada la jornada, jóvenes católicos llegados de todo el mundo llenaron las principales arterias de la capital para acompañar el paso de Francisco, que cubrió en el papamóvil los cinco kilómetros que separan la Nunciatura del parque, rebautizado como la “Colina del Encuentro”.
En conjunto, según los organizadores, medio millón de personas siguieron la ceremonia tanto en el parque como en las calles aledañas a través de pantallas gigantes, una convocatoria sin precedentes en la ciudad. “Aquí está la Juventud del papa”, “Cisco papa” o “Se nota, se siente, Francisco está presente” retumbaban en la colina, que estalló en gritos de euforia y llantos cuando el pontífice subió al altar.
“Simpático alboroto”, comenzó el papa su intervención, que desató una sonora ovación mientras un mar de banderas de países cubría el parque y se disparaban las cámaras de miles de teléfonos.
Cuando exclamó “¡No tengan miedo, sean valientes!”, la multitud rompió a aplaudir y se unió para corear “Papa Francisco” y “Francisco hermano” ante la sonrisa del pontífice.
El papa Francisco llegó a Lisboa el miércoles y clausurará la JMJ el domingo 6 con una misa mltitudinaria.
El papa y los afectados
— Abusos
Víctimas de pederastia de la Iglesia católica lusa agradecen el apoyo del papa Francisco en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en Lisboa por denunciar los abusos y reunirse con 13 de los afectados.