La reciente campaña contra nuestro turismo tuvo insospechados aliados: políticos que debieron defender el país con sus contactos internacionales, como los aliados Abinader y Leonel, pero prefirieron la perfidia del silencio, creyendo que un empeoramiento económico convendría a sus ambiciones electorales.
Desde antes de aclararse todo por múltiples investigaciones, hasta del FBI, conocimos quiénes son verdaderamente dolientes nuestros. Entre ellos destaca Bill Clinton.
Ayer reiteró las maravillas dominicanas, no sólo por el golf y las playas. “Siempre me he sentido muy seguro en este país –dijo en Río San Juan—porque creo que esta nación está bien manejada y las personas involucradas en la industria del turismo,” como su amigo Rolando González-Bunster, “están realizando buen trabajo. República Dominicana está recuperándose del todo después del tropiezo que tuvieron –agregó—.
Este es un gran lugar que todos deberían venir a conocer. Hay muchas compañías grandiosas que han contribuido, si te gusta el golf es un gran lugar, pero también es maravilloso para igualmente hacer otras cosas”. ¡Muchas gracias, presidente Clinton! ¡Gracias Rolando!