Gobierno y MLB deben buscar solución a drama de prospectos

Gobierno y MLB deben buscar solución a drama de prospectos

Gobierno y MLB deben buscar solución a drama de prospectos

Dimaggio Abreu.

“A grandes males, grandes remedios”, reza una máxima que nos llega de la antigüedad, cuyo significado urge poner en práctica en un intento de revertir la pandemia de fraudes que incluye la utilización de esteroides que hasta matan o dañan a niños y adolescentes aspirantes a alcanzar el sueño de las Grandes Ligas del béisbol.

El más reciente escándalo es el fallecimiento de un niño de 14 años, Ismael Ureña, luego de que fuera inyectado con un producto para caballos y dejado dos hermanos con secuelas mentales y físicas por el mismo agente veterinario.

Ante la ignominia que ha caído sobre la República Dominicana como la nación ‘más tramposa’ del mundo beisbolero por el drama señalado de entrada, es preciso que el Gobierno nacional y Major League Baseball (MLB) se avengan a coordinar medidas que tiendan a reducir tales males.

Proponemos que la medida inicial a ser tomada es, que la MLB incrementen a 18 años la edad mínima de firma para sus organizaciones, en lugar de los 16 establecidos, donde creemos que está el origen de que preparadores inescrupulosos comiencen a aplicar “medicamentos” a niños desde los 11 y 12 años en busca incrementar su rendimiento y sacar un montón de dinero, lo único que les importa.

Como contraparte, el Gobierno dominicano debe prohibir de manera tajante a los forjadores de talentos comenzar a entrenar muchachos antes de que cumplan 16 años y cuya violación conlleve severas sanciones, preferiblemente cárcel.

Estas medidas tendrían como objetivos esenciales el que los hijos tengan una niñez normal, conducidos por padres y maestros a su formación integral, con un sistema escolar que debe volcarse en una enseñanza bilingüe (inglés como materia normal) hasta alcanzar, preferiblemente, el bachillerato antes de firmar a los 18 años y evitar mayores traumas cuando ingresen al béisbol estadounidense.

En cuanto a la práctica del béisbol a temprana edad, deben ser integrados en ligas tradicionales y programas que pueda impulsar el Estado apoyo de MLB, a fin de que desde temprano aprendan los fundamentos del juego. Ello conllevaría realizar de manera regular torneos municipales, provinciales y nacionales por categorías.

Todo el mundo sabe que, hasta que logran una firma a los 16 años, nuestros prospectos casi no juegan pelota, sino que los someten a prácticas, ejercicios y la aplicación de suplementos o sustancias para fortalecerlos en busca de impresionar a los scouts de MLB.

No vemos qué podría perder MLB con que firmen a nuestros muchachos a los 18 años, cuando la mayoría de los estadounidenses van al draft luego de cursar la Universidad, esto es, entre los 20 y 22 años.

Con la fórmula que proponemos nuestros prospectos lograrían mayor desarrollo físico y mental, por consiguiente, más aptos para su adaptación a la alta competencia y podrían llegar a su objetivo con igual edad que la que consiguen hasta ahora y sin menores traumas.

Es precisamente la prioridad de dotar de un desarrollo prematuro a los chicos lo que impulsa a los preparadores a usar metodologías fraudulentas para “venderlos” a los 16 años; mas, cuando acuerdan con los padres porcentajes muy elevados del bono del prospecto.

Pensamos que nuestra fórmula sería preferible para esos personeros al Draft Internacional por el que propugna MLB y al que tanto temen.

Como la situación se ha tornado tan grave y todo un estigma para la República Dominicana, es preciso apelar al aforismo apuntado de entrada atribuido a Hipócrates (el padre de la Medicina).

Por tanto, el Gobierno del presidente Luis Abinader haría bien en buscar fórmulas junto a MLB para detener esta vorágine de fraudes, engaños a la industria, a padres y prospectos, así como tragedias como la de Ismael Ureña.