Una vez el gobierno retiró el mal concebido intento de reforma fiscal bajo el velo de la modernización, en muchos círculos políticos y sociales se hizo la idea de que el presidente Abinader había perdido el norte y navegaba cual barco sin rumbo.
Obviamente esta es un idea más bien de sus adversarios políticos que vieron en su decisión de retiro algún tipo de debilidad o pérdida del norte hacia donde debía navegar el Gobierno.
Los más imparciales lo que vieron fue un retiro táctico para reagrupar las tropas y continuar batallando contra los males. Y es así como el Gobierno sale de las nublosas dudas enunciando en su último Consejo de Ministros una serie de metas, las cuales se propone cumplir en los próximos años, estableciendo con ello un camino claro hacia el futuro.
El primer paso fue un anunciado sistema de seguimiento y monitoreo de los objetivos recién fijados en dicho consejo.
El primero de los objetivos propone mantener un sistema de salud que eleve la edad promedio de la población a los 77 años. Esta meta habrá de solucionar los problemas del pensionado sin cobertura de seguro de salud, enfrentando el alto costo de las medicinas y consultas.
A este objetivo le sigue la seguridad ciudadana, disminuir el déficit de viviendas, consolidar la clase media del país y controlar la tasa de pobreza a un nivel no mayor del 15 %.
A estas ambiciosas metas se agregan los objetivos de incrementar el producto interno bruto per cápita a US$15,000 para el 2028, sostener el ritmo de crecimiento de las inversiones extranjeras directas y de las exportaciones.
Además de lo anterior se persigue lograr las visitas de unos 14 millones de turistas anuales, aumentar la tasa de empleo formal al 50 % y mantener la tasa de desempleo por debajo del 5 %. Así mismo se añaden otra metas de corte social en cuanto a la educación, el agua, el hambre y tasa de muertes por accidentes de tránsito.
Como vemos todo un conjunto de objetivos que el presidente Abinader se ha propuesto cumplir en el presente mandato. Hagamos votos de que se puedan cumplir los mismos, que sin dudas resultarían en un mejor nivel de calidad de vida de todos los dominicanos.