La Paz, Bolivia.- El Gobierno del presidente boliviano, Luis Arce, dio ayer un giro en la política exterior del país respecto a su antecesora Jeanine Áñez al restituir relaciones con Irán y el Gobierno del venezolano Nicolás Maduro, en el primer acto diplomático del nuevo Ejecutivo.
En una ceremonia en la plaza Murillo de La Paz, que acoge las sedes de los poderes Ejecutivo y Legislativo del país, los nuevos embajadores Mortessa Tabreshi, de Irán, y Alexander Yánez, de Venezuela, presentaron credenciales ante el presidente boliviano y el canciller del país.