El intensivista Richard Ruiz suministra medicamentos a un paciente en coma inducido.
Santo Domingo.- Actualmente el COVID-19 no ha desbordado la capacidad de respuesta sanitaria del país, pues la estrategia del Ministerio de Salud Pública ha sido mantener un equilibro entre la trasmisión de los casos y las hospitalizaciones.
La medida ha sido priorizar los casos críticos para fines de ingreso a los centros, los cuales ascienden hasta el momento a 1,941, mientras que los que manifiestan episodios leves del virus permanecen en aislamiento domiciliario que son unos 5,255.
Esta medida fue calificada hoy por el titular de Salud, Rafael Sánchez Cárdenas, como el gran éxito que ha incidido en la estabilidad del sistema de salud frente a la pandemia.
Sin embargo, el gran desafío del Gobierno, según plantea el funcionario, es definir un esquema efectivo que evite un desequilibrio de los casos, al punto que pueda agotarse la disponibilidad de camas en los centros de salud habilitados, tras el levantamiento de la cuarentena.
“El desafío que se tiene es que si al producirse a la apertura de la convivencia normal, se va a mantener esta estabilidad entre el número de casos internos en los hospitales y la cifra de recuperados que van desarrollando inmunidad para evitar y repunte de brotes por COVID-19”, manifestó.
“Con la apertura de la economía los contactos aumentarán, entonces el reto es garantizar una la iniciación controlada, para que la economía pueda combinarse con el tema sanitario de modo que permita el movimiento de la epidemia dentro de los controles necesarios, permitiendo simultáneamente la productividad nacional y la recuperación económica”, explicó.
Por ello, reiteró que el liderazgo nacional deberá entender que este proceso será lento progresivo, medido y que permita limitar el número brotes que siempre van a aparecer en el proceso de apertura.
