Globalización, economía y sociedad

La globalización es el fenómeno de mayor trascendencia que ha venido incidiendo en todos los aspectos mundiales de las últimas décadas, esto es, abarca de manera contundente lo relativo a la economía, la política y lo cultural, creándose así experiencias particulares y colectivas que han generan transformaciones de disímil orden. Y es que los espacios globales se vienen modificando de manera acelerada en cuestión de segundos y que inciden en la propagación y multiplicación de crisis que estremecen la economía y los mercados financieros de una manera estupenda.

Para el economista y profesor de la UPV, de España, Antxon Mendizábal, se trata de un proceso que es la expresión más agudizada de la internacionalización convirtiendo el planeta en una ciudad global. Estableció de que hay que interpretarlo como un proceso económico, social, tecnológico, político, cultural y empresarial que a escala mundial ha registrado la más  creciente comunicación e interdependencia entre los diferentes países del universo articulando sus mercados, las sociedades y la diversidades culturales que les dan una representación global.

Si se interpreta el fenómeno de la globalización desde el ámbito de las comunicaciones, el comercio, las finanzas, el transporte y las demarcaciones territoriales, se puede afirmar que todos los países que están en el carril de la globalización han visto la irrefutable realidad de que en la actualidad sus fronteras geográficas resultan ser muy vulnerables, o más bien tienen un carácter nominal. Es por ello que la economia y la sociedad son los ámbitos donde el fenómeno de la globalización ha tenido mayor impacto, si se considera que se ha migrado de una sociedad de carácter industrial a lo que en la actualidad se denomina la sociedad de la información, donde predomina el uso intensivo de la tecnología y el predominio de grandes transacciones financieras y comerciales.

Lo que en la actualidad se observa es que el fenómeno de la globalización ha tocado a todos los rincones a escala planetaria de una manera sorprendente cruzando sin importar si se vulneran las normas y los derechos y de las personas y empresas, incluyendo la fragilidad que puede resultar la soberanía de los pueblos. Pues para los promotores de este fenómeno global, lo que único que importa es que los grandes capitales puedan circular con libertad y libre de trabas.

Es en tal contexto que para el premio nobel de economía Joseph Stiglitz, el proceso de globalización no debería descansar en el mecanismo del mercado, sin la participación del Estado con la finalidad de corregir las fallas y las externalidades que afectan el propio mercado y a la economía globalizada. Y es que el impacto del fenómeno de la globalización ha sido gigantesco y profundo en todos los órdenes, si se considera que esta transita y ha incidido en una gran transformación de la base tecnológica de la sociedad.

Ciertamente que el fenómeno de la globalización ha estado acompañado de grandes ventajas como el acceso a la información, recursos tecnológicos, como programas, software con mayor rapidez, a un menor costo y el ingreso de tecnología de última generación que tienden a una mayor reducción de costos, algo irrefutables. Sin embargo, las desventajas son muy visibles, tales como la ciberdelincuencia, que opera sin rostro, el aumento de la desigualdad social, incremento desproporcionado de la deuda pública, el carácter mercantil de las políticas públicas, los grandes flujos migratorios y el predominio de una casta que se ha apoderado de las diferentes redes sociales para imponer su verdad e incidir en los demás.