Santo Domingo.-Su principal atractivo y rol ambiental es que su fruto sirve como fuente de alimento para las cotorras, el pájaro carpintero, el ruiseñor, gorrión, cigua , y algunas aves migratorias.
Científicamente se identifica como Inga fagifolia, aunque en el argot popular es conocida por gina o jina. Este frondoso árbol que crece de 12 a 15 y hasta 20 metros de altura, es ideal para observar las especies voladoras atraídas por el producto que ella ofrece.
Aunque sus ramas poseen espinas, también funge de refugios a insectos que sirven de alimento a reptiles, principalmente lagartos.
De acuerdo con el biólogo Cipriano Rosario, técnico de la Dirección de Biodiversidad, dicho árbol abunda en la ciudad y prospera en bosques húmedos como el valle del Cibao.
“En nuestra región caribeña se encuentra en las Antillas Menores, Puerto Rico, México y Panamá. Además es común en la vecina isla de Haití.
Es un árbol maderable, que debido a la resistencia de sus tablones se pueden usar en la construcción de viviendas, preferiblemente en el interior de estas, porque cuando se mojan tienden a hacer bolsas”, explicó Rosario.
El estudioso del tema precisó que el color del tronco es rojizo, y las raíces de la especie viva se extienden de forma horizontal, por lo que no es recomendable colocarlas en aceras o viviendas, sino en áreas abiertas, como patios o parques para que no causen daños estructurales.
Su fruto
Rosario afirma que el fruto de la gina es una pulpa blanca y comestible parecida a una “vaina en forma espiral” que aparte de ser dulce contiene mucha agua y se abre como si fuera una hojuela de maíz cuando le dan calor. Antes era de consumo común de la gente, especialmente en los campos..
“Cada vaina tiene varios folículos y dentro de ella semillas negras que las aves distribuyen en otros lugares y al dispersarlas hacen una labor de reforestación natural”, comentó Rosario, técnico de evalación de Proyectos de la Dirección de Biodiversidad.
Entre otros usos, se emplea en las plantaciones de café y cacao para generarles sombra, ya que es una especie melífera.
La planta florece en los meses de enero a marzo y de julio a noviembre, mientras que sus frutos se dan de diciembre a enero, especialmente.
Al igual que él, el también biólogo de la misma entidad, Nelson Marcano, entiende que las personas les dan más valor a los árboles frutales como el mango y la guanábana, no así a la gina.
Sin embargo, la misma es importante para una variedad de organismos de la fauna y algunas especies a las cuales, a su vez, sirven de alimento al hombre.
Ambos profesionales destacan la importancia de valorar esa y las demás especies que conforman el planeta, porque cada una realiza una función particular que beneficia al hombre
Mito
En tiempo atrás existía el mito de que el que comía de ella, por igual cuando las jóvenes la ingerían, se les adelantaba el desarrollo hormonal.
De ahí que se creó incluso una composición musical alusiva a este parecer, en la que su estribillo reza: “Muchacha no comas gina porque eso da dolor…”, añadió Cipriano.