Dimaggio Abreu.
Al arribo de los 40 partidos disputados de serie regular de la temporada de béisbol invernal 2023-24, los Gigantes del Cibao y Estrellas Orientales se han encargado de sepultar los augurios tétricos que con ellos se hicieron cumplidas las transacciones de la agencia libre.
Por ser estas dos organizaciones las que mayores pérdidas tuvieron y las que menor ejercicio de atracción de agentes libres formularon, analistas y fanáticos se preguntaban con qué estos dos conjuntos iban a competir.
Nuestra opinión siempre fue –y la escribimos- que cada conjunto tiene una reserva de 100 jugadores y que no es posible que cada uno no reuniera entre 40 o más criollos (más los importados) con rango y potencial para competir de igual con los demás clubes de la LIDOM.
Los Gigantes (24-17, lideres) y las Estrellas (22-18, en segundo compartido con el Escogido) han dado la razón a gerentes y ejecutivos de sus franquicias por haber actuado con sigilo y no adentrarse en una carrera alocada tras agentes libres. Por supuesto, también nos dieron la razón.
Pero no solo eso. Durante toda la temporada, francomacorisanos como petromacorisanos no han estado más abajo del tercer lugar, pues han ocupado las dos primeras plazas y esporádicamente en la tercera, uno y otro.
Lo contrario ha sucedido con los Toros del Este, la organización más agresiva en la novedosa agencia libre, de la que todos decían que junto al Escogido era el equipo a vencer y que de no clasificar al Round Robin, sería un monumental fracaso. Con 16-24 han desplazado del sótano a las Águilas Cibaeñas (16-23), que intentan un retorno espectacular después de ser, en teoría, “descalificadas”.
Desde el fragor de las primeras semanas de temporada, venimos señalando que los Tigres del Licey (20-20) parece un equipo sin extirpe, que en cualquier momento puede entrar en una espiral que lo lleve a quedar fuera de la clasificación.
Ha tejido varias rachas de cuatro y tres derrotas seguidas y de los últimos doce juegos tiene marca de 4-8 y una serie de jugadores en baja producción. Sus importaciones de ofensiva no han dado resultado y necesitan incorporaciones urgentes, si es que Elly de la Cruz pretende uniformarse para unirse a Ronny Mauricio y Miguel Andújar en la conducción ofensiva.
Al menos, el Licey reúne un cuerpo de abridores que puede ayudarlos a reponerse para clasificar y espantar el pánico que desde atrás pueden impregnarles las Águilas.
En cuanto al Escogido, con su recia ofensiva parece tener encarrilada la clasificación, gracias a la cohesión que le ha dado un agente libre de luxe como Junior Like y el poder de Franmil Reyes.
Porque los Gigantes y las Estrellas, las “Cenicientas” para los analistas de las colocaciones de la agencia libre, tienen lo suyo amarrado con vista al Round Robin, contra pronósticos.
Menuditas: Nuestro reconocimiento a José Ramírez por la profesionalidad que mostró mientras jugó con el Escogido. Una noche lo vimos en Santiago robarse dos bases y lanzarse una vez a la estafa de la tercera… Los Gigantes tienen varios jugadores importantes lesionados y no obstante lucen en buen momento… Nos parece que Radhamés Liz debe ser reemplazado en su rol de abridor y consignarlo al relevo largo de los Tigres.
