La escuela está ubicada en avenida Ortega y Gasset, en el ensanche La Fe, dentro del espacio que alberga hospital Plaza de la Salud.
Santo Domingo.-Pocos saben que el país tiene una Escuela Nacional de Gestión de Riesgo, con la responsabilidad de capacitar a todos los sectores de la sociedad para que puedan estar preparados ante el impacto de un fenómeno natural o cualquier desastre que ponga en peligro la vida de las personas.
Bélgica Miguelina Tactuk, directora de la escuela, explicó que realizaron una evaluación en todo el territorio nacional para identificar si el país está enfocado en la preparación y en la respuesta ante cualquier evento que pudiera afectar.
“La Ley 147-02 Sobre Gestión de Riesgos define su estructura. La escuela tiene su principal instrumento, que es un Plan de capacitación en gestión de riesgo, que fue elaborado en base a un diagnóstico que duró casi un año visitando toda la geografía nacional.
¿Qué se obtuvo de eso?, la necesidad de capacitar en una serie de temas que todavía no se han abordado”, señaló.
A través de esa evaluación también detectaron que la principal debilidad estaba en la falta de planificación en casos de emergencias.
Capacitación
“Estábamos dando muchos cursos de primeros auxilios básicos, búsqueda y rescate, manejo de materiales peligrosos, pero no se les estaba enseñando a los actores del territorio a elaborar sus planes de emergencia.
La otra parte de la gestión de riesgo es la planificación pura”, expone.
Tactuk considera imperativo que los ayuntamientos inserten dentro de sus planes la gestión de riesgo, porque toda la planificación se les puede venir abajo en segundos.
“Ante un terremoto de magnitud 7, todo lo que planificaste se fue. Si tú no estás preparado, es más difícil enfrentarse a eso”, expresa.
Otro aspecto que arrojó el diagnóstico es la necesidad de trabajar en la sensibilización de las autoridades municipales y provinciales, para que comprendan la importancia de conocer lo que puede dañar y afectar sus comunidades, con el objetivo de minimizar los riesgos que representan los desastres naturales.
También el trabajo debe desarrollarse de manera intersectorial.
La funcionaria urge eliminar esa cultura reactiva e insertarse en una preventiva, así que para lograr esto empezaron a trabajar con los niños, porque “es muy difícil modificar la conducta de un adulto”.
Terremoto de Haití
El terremoto que ocurrió en Haití en 2010 provocó que todas las instituciones públicas y privadas quieran tener un nivel de preparación, de emergencia, con brigadas preparadas y capacitadas, para responder de manera adecuada en caso de un evento natural.
Tactuck sostiene que la gestión de riesgo no tiene esa visión reactiva, pero requiere trabajar la parte de planificación, preparación y de intervención de todos los renglones que pueden hacer daño.
“Yo me preparo para responder de manera adecuada cuando hay un evento que no puedo evitar que venga. Pero yo prevengo y puedo minimizar el impacto del evento, ¿haciendo qué?, capacitándome, conociendo el enemigo, esa amenaza que me puede afectar”, expresa la galena.
El ejemplo más reciente son los huracanes Irma y María, que en su momento eran una amenaza, así que en ese caso cada individuo debe conocer que los tres efectos directos de un huracán son la marea de tempestad, la cantidad de lluvias y la intensidad de los vientos, y el cómo puede reducir el impacto del mismo en su entorno.
Tactuck dijo que la escuela tiene una serie de programas disponibles para todo aquel que quiera capacitarse. Añadió que para esto solo tiene que visitar o llamar a la entidad.