He compartido una amena plática con la ilustre profesora Margarita Castro Catrain, docente de Geografía Humana de la Universidad del Estado, entusiasta de las ciencias geográficas y de los asuntos políticos, profesora aguerrida, una verdadera intelectual, otrora esposa y hoy viuda del eminente cardiólogo dominicano y ex rector Guarocuya Batista del Villar, correspondiente al período 76-78.
El tema ha sido las elecciones de 2016. Confieso que mi interlocutora es, ante todo, una erudita.
“Si vamos a estudiar individuos, sociedades y comunidades, tendremos que usar técnicas ya comunes en la ciencias geográficas”, anunció muy tranquilamente.
Un buen comienzo es aceptar que el proceso electoral que se nos viene encima tiene su topografía, y sobre todo ha de cumplir una metodología muy rigurosa.
La Geografía electoral surge a través de las funciones que son propias de la Politología y de la Sociología, en el sentido de la vida política moderna.
Hoy se habla de geografía electoral gracias al hecho de que la Geografía política se centra en estudiar las relaciones externas de los procesos electorales y gracias al uso de las técnicas demográficas que permiten aplicar procedimientos de medición sobre la legitimación de las relaciones sociales.
En todo caso, la Geografía electoral es una subespecialidad de la Geografía política. El voto electoral es el mecanismo de su legitimación, y debido a eso es que el voto también es el punto de final de ese proceso.
Son muchas las influencias de los factores externos, socio-ambientales sobre cada individuo, con los que evoluciona la Geografía.
Sus principales temas son: la clase, la religión, lo moral, lo urbano, el efecto del vecindario, o el desempleo, entre otros.
La Geografía electoral es como un territorio; el grupo territorial que se convierte en un comportamiento electoral de los grupos humanos.
La Geografía está colocada en un extremo diferente de la Politología social; plantea un problema de espacio-territorio, como espacio político.
La asunción del voto tiene que ver mucho con la Geografía, ellos estudian los elementos físicos y materiales del territorio. Podemos categorizar: 1) El espacio-territorio modifica el valor del voto individual; 2) La combinación de los factores del espacio-territorial puede provocar efectos discriminatorios del orden social;
3) El territorio se pone al servicio de intereses políticos partidarios; 4) La Geografía electoral tiene lugar a escala local; ellos pueden cambiar las instancias del poder político, según las escalas;
5) La geografía electoral se interesa por el proceso de metropolización que apunta a que un gran número de ciudadanos ha patrocinado su papel político, haciendo entrar en crisis otros ámbitos de poder, especialmente cuando existe una estructura política intermedia entre ciudad y Estado.
Los gráficos que se muestran se prefieren a la evolución de la democracia formal.
En fin, no hay que olvidar los efectos estructurales, la diversidad política, según la escala electoral.