Bloomberg News.-Rosenheim, una encrucijada en Alemania donde se encuentran dos autopistas, tres líneas ferroviarias y un par de ríos, es sólo un lugar de paso para la mayoría.

Angela Merkel, la canciller, dijo a los legisladores que Alemania debe aceptar más refugiados provenientes de zonas de conflicto. Por su parte, su bloque parlamentario puja por clasificar a Serbia, Macedonia y Bosnia-Herzegovina como países seguros, lo cual facilitaría rechazar a los solicitantes de esos lugares.

Hay una ola de solicitantes de asilo que están poniendo a prueba la voluntad de la primera economía de Europa de aceptar más refugiados después de que el país se convirtió en el máximo destino mundial de solicitantes de asilo en 2013, superando a los Estados Unidos.

Este año se registra un aumento mayor en tanto refugiados de Irak y Siria huyen de los militantes de Estado Islámico. La afluencia tensó los presupuestos, llenó los refugios y desató un debate sobre normas más estrictas.

Los países balcánicos, que libraron una guerra civil en los años 1990, representaron un cuarto de los 127,000 solicitantes en Alemania el año pasado, según el Ministerio del Interior.

“Lo que yo impulso es un debate político acerca de cuántos refugiados debemos dejar entrar –como país rico, un país en el centro de Europa- teniendo en cuenta el sufrimiento de los refugiados”, dijo en Berlín la semana pasada el ministro del Interior, Thomas de Maiziere, integrante de la Unión Demócrata Cristiana de Merkel.

“Podemos ofrecer refugio a todos aquellos que verdaderamente necesitan protección.

Pero eso también significa que quienes no son perseguidos políticamente no deben obtener la condición de solicitante de asilo”.

El gobierno de Merkel sostiene que un número cada vez mayor de solicitantes de asilo de los Balcanes llega a Alemania para cobrar la ayuda social.

Respetando un fallo judicial que requirió más ayuda monetaria para los refugiados, el gabinete sancionó la semana pasada un anteproyecto de ley destinado a elevar los estipendios mensuales para los solicitantes de asilo hasta 352 euros (462 dólares), aproximadamente la misma cifra que la ayuda para los desocupados a largo plazo.

De Maiziere, que prevé el arribo de 200,000 refugiados a Alemania este año, dice que modificar la ley para impedir que los ciudadanos de los Balcanes soliciten asilo liberará un espacio atestado y estirará los recursos para ayudar “a quienes realmente lo necesitan”.

El estado de Baviera, la segunda economía regional más grande del país, gastó 220,1 millones de euros brindando alimentos, vivienda y otros cuidados a solicitantes de asilo el año pasado, más del doble de lo que pagó en 2011.

Ese dinero ayuda a dar cobijo a refugiados en un vecindario de Munich cercano al Allianz Arena, sede del famoso club de fútbol Bayern Munich en la ciudad.

Unos 1,600 solicitantes de asilo viven allí en antiguas barracas militares pensadas para 1,200 personas. Las instalaciones estaban aún más repletas hasta que un brote reciente de sarampión llevó a las autoridades a limitar los ingresos y albergar a los refugiados en otro lugar, incluidos hoteles.