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Gaza

José Báez Guerrero
📷 José Báez Guerrero

Veinte siglos antes de Cristo, Abraham salió de Ur de los Caldeos, en Mesopotamia, rumbo a las tierras donde desde 1948, hace apenas 76 años, existe el moderno estado de Israel.

Ese profeta prócer, al que se atribuye el origen de la religión judía, llegó a Canaán y encontró allí prósperos pueblos como Jerusalén, fundado por árabes hace más de cinco mil años, o sea que al llegar el emigrante sumerio allá, hace 40 siglos, esa ciudad ya duplicaba en edad a Santo Domingo.

El territorio vecino al suroeste tenía el nombre de Gaza y estaba habitado por pacíficos levantinos. La complicada historia del Medio Oriente es contada de muchas maneras, pero es innegable que si la justificación sobre la pertenencia es la antigüedad, los judíos —gentilicio cuyo origen etimológico significa paria o desterrado— pierden por mucho. Hoy Gaza está siendo sistemáticamente destruida por Israel.

Es vergonzoso que un país democrático, cuyo errante pueblo presume de superioridad intelectual y moral, ejecute un genocidio tan o más cruel que el padecido por los judíos bajo el nazismo.

Apoyo el derecho a la defensa de Israel y condeno que extremistas aboguen por exterminar al Estado judío, pero matar indiscriminadamente a decenas de miles de niños, mujeres y ancianos, no combatientes, creará una nueva ola de odio difícil de sanar, una incubadora de extremistas justificadamente resentidos.

El miércoles destruyeron la única iglesia católica en Gaza. De manera similar a como los haitianos carecen de dolientes, el terrorismo patrocinado por Teherán y la falta de representatividad democrática de los líderes palestinos, les ha hecho perder el favor de los demás árabes.

Pero una barbaridad no justifica otra. Israel presume ser o haber sido el pueblo de Dios. Hoy actúa como instrumento del ángel caído…

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José Báez Guerrero

Abogado, periodista y escritor dominicano.

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