Gatos y cisnes prietos

Gatos y cisnes prietos

Gatos y cisnes prietos

Mis hijos me relajan porque digo que no creo en brujas, pero ¡de que vuelan, vuelan! Y como hoy no debe hablarse del azare de algunos políticos ni de la buena o mala suerte de candidatos, les diré que tampoco creo que gatos prietos que crucen delante de uno sean algún ominoso signo de que algo malo ocurrirá.

Pero, con felina rareza me sube un escalofrío por el espinazo si avisto un prieto descendiente del Mau egipcio.

También hay cisnes negros. El árabe Nassim Taleb demostró cómo, ante sucesos absolutamente sorpresivos y dizque improbables, retrospectivamente surgen teorías explicando que eran predecibles o esperados… ¿Y qué del inefable almirante genovés? Quizás nombrarlo sea inocuo, pero ¿para qué tentar al destino? Es increíble que tener palomas o conchas marinas aleje la prosperidad; pero conozco personas cuya suerte mejoró atendiendo esa insensatez.

Tampoco quiero creer, este viernes 13, que el vudú pueda azarar a todo un pueblo, pero si uno mira hacia el Oeste… ¡Ufff! Mejor creer sólo en Dios (¡pero en Magín también!).



José Báez Guerrero

Abogado, periodista y escritor dominicano.

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