TAMPA, FLORIDA.-La mayor preocupación del receptor dominicano Gary Sánchez, de los Yanquis, es por la percepción de que es indiferente a su juego defensivo, lo cual es parte de la explicación de porqué es tan pobre en el bloqueo de pelotas y la creencia de que como catcher es un muy buen bateador designado.
La percepción de indiferencia se le formó temprano en las menores y probablemente fue bien ganada. Y en el béisbol, especialmente entre los escuchas, cuando se coloca una etiqueta es difícil de quitarse.
Mejoría
Las teorías abundan. Se dice que Sánchez maduró con el matrimonio y el nacimiento de un bebé.
El jefe de ligas menores de los Yanquis, Gary Denbo, se hizo cargo de él en las menores y no le toleraba los malos hábitos de trabajo.
Josh Paul (como Denbo, ahora fuera del sistema) instaló una serie de ejercicios que ayudaron a elevar a Sánchez. Cuando llegó como el receptor regular del equipo durante los últimos dos meses de 2016, cautivó con poder implacable.
El año pasado en la organización se decía que Sánchez se puso más fuerte y perdió flexibilidad. Se lesionó el bíceps, se perdió el primer mes de la temporada .
Luego se lastimó el pulgar.
Sánchez dijo que trabajó muy duro durante la temporada baja para mejorar esa área y asegura que “soy un buen receptor defensivo”, y tal vez desde la próxima temporada pueda empezar a cambiar las percepciones que existen.
16 Passball cometió el año pasado.
Gary Sánchez para ser el líder de las Mayores, además cometió 13 errores.