Desde su llegada a Nueva York en 1961 y hasta 1985 el Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI) mantuvo bajo vigilancia al escritor colombiano Gabriel García Márquez, reveló el Washington Post citando documentos desclasificados a petición del diario.
En plena época del auge de la Guerra Fría el fallecido premio Nobel de Literatura viajó a Manhattan con su esposa y su primogénito, Rodrigo, para trabajar en una oficina de la agencia de noticias cubana, Prensa Latina.
Y, según indicó el periódico, fue el propio director del organismo, J. Edgar Hoover, quien dio la orden de abrirle un expediente con información confidencial.
Aunque el FBI autorizó la desclasificación de 137 páginas del dossier, hay 133 páginas adicionales cuyo contenido no fue divulgado.
Bajo la lupa de Hoover
Entre los detalles reflejados por los documentos se incluye que García Márquez pagaba US$200 al mes por alojarse en un hotel de Manhattan y que se emplearon «nueve informantes confidenciales» para seguirle los pasos.
El Washington Post reconoce que la razón para vigilar a «Gabo» no está claramente reflejada en los documentos, pero consultado por el periódico su hijo mayor, Rodrigo García, señaló que no era algo de sorprender.
«Teniendo en cuenta que este colombiano estaba en Nueva York para abrir una agencia de prensa cubana, lo inusual habría sido que no lo espiaran»,dijo García agregando que lo irónico fue que a su padre lo despidieron pocos meses después por no ser lo suficientemente radical.
«El nunca perteneció a ninguna organización política», agregó.
Vínculos con Castro
La información sobre García Márquez se siguió acumulando en el FBI cuando el escritor y periodista ya se había consagrado internacionalmente.
Y a medida que su fama aumentaba, su archivo fue engrosándose con artículos en inglés y español.
En uno, del diario Newsday de Nueva York, publicado en 1982 cuando «Gabo» recibió el Premio de Nobel, un agente subrayó un pasaje que lo describía como «un amigo cercano de Fidel Castro».
Durante el liderazgo de Hoover, quien estuvo al frente del organismo desde 1935 hasta su muerte acaecida en 1972, el FBI espió miles de personas bajo sospechas de ser subversivos y radicales.
En ese sentido, los documentos no reflejan intenciones de abrirle a García Márquez una investigación criminal, pero en todo caso el escritor colombiano pasa a forma parte de una selecta lista de personalidades que estuvieron bajo la mirada del organismo en ese período.
Y, entre los escritores, además del «Gabo» se incluyen otros nombres ilustres como Ernest Hemingway, John Steinbeck o Norman Mailer.
García Márquez murió en 2014 a los 87 años en Ciudad de México, donde vivió por varias décadas con su familia.
Recientemente se anunció que sus cenizás serán trasladadas a la ciudad caribeña de Cartagena el próximo mes de diciembre, donde serán exhibidas de forma permanente en un claustro colonial en el centro histórico de la ciudad.