La legitimidad de las elecciones descansa en los órganos de garantías electorales. Las noticias de fraudes electorales que tenemos relacionada a la convivencia de los órganos de control electoral o de garantía electoral, históricamente, se hacían durante el mecanismo de recuento de los votos en las mesas de votaciones; aunque también estos fraudes se llevan a cabo, hoy, durante la campaña electoral, en el modelo de Venezuela, al parecer, ocurrió, de manera post-electoral.
Con las Elecciones en Venezuela del 28 de julio, sí que hay un debate interesante sobre si hay una “autonomía” de los organismos encargados de la vigilancia de los procesos electorales respecto de los propios actores dentro del proceso electoral, a partir de que tradicionalmente una de las principales objeciones que hacen visible es la identificación del órgano electoral, a quien corresponde el control y garantía del proceso electoral, pero esta vez con uno de los candidatos; en este caso con el candidato del gobierno.
Existe una diversa clasificación de cómo se puede llevar a cabo los mecanismos que se encargan de generar las garantías electorales en los distintos procesos electorales. Cada país tiene sus propios organismos electorales, y varían en cuanto a la composición de sus miembros, o estos son, en cierto sentido, independientes o dependientes de uno de los poderes del Estado.
Es muy importante saber que unos países adoptan unos mecanismos de garantías, dependientes del momento político actual.
En la Unión Europea tenemos, por ejemplo, que el modelo de órganos de garantías del proceso electoral, en las mayorías de países, el órgano que organiza el desarrollo del proceso electoral y que también lleva a cabo el reconteo del escrutinio de los resultados es un órgano dependiente de los gobiernos y de un ministerio.
El Consejo Nacional Electoral (CNE), de Venezuela, es el órgano encargado de supervisar y organizar los procesos electorales en el país.
Según la Constitución venezolana y la Ley del Poder Electoral, el CNE está compuesto por cinco rectores principales, quienes son nombrados por la Asamblea Nacional con un período de servicio de siete años.
Los miembros del CNE incluyen: Presidente del CNE, Vicepresidente y tres rectores principales; un total de cinco miembros.
En la evolución del sistema de garantías electorales que cada país haya adoptado, nos motiva a reflexionar el nivel de confianza que un determinado modelo electoral haya alcanzado.
En los espacios europeos esta confianza ha sido positiva; en América Latina pasó de una etapa histórica de desconfianza en los órganos que se encargaban de garantizar los procesos electorales y paulatinamente fueron mejorando gracias a la madurez del sistema político, pero considerando que somos una región que aun transita de dictadura a democracia y viceversa, pues, surge el fantasma en los fraudes de los procesos electorales.
El proceso electoral venezolano fue controversial. Para la ciudadanía sencillamente no funcionaron las garantías electorales, con alegaciones de irregularidades en los procesos de votación, conteo y resultados. Para el CNE, que sin ningún protagonismo permitió que el mandatario de la nación suplantara las funciones del árbitro del proceso, en todo momento.
Como es de rigor, la no presencia de observadores internacionales, constituyó una falta de transparencia y sospecha de una posible manipulación de los resultados.
El mundo fue testigo de la intervención estatal. Las acusaciones del gobierno son menos graves que la intervención mostrada al mundo en la competencia de la administración electoral, lo que ha suscitado dudas sobre la imparcialidad del Consejo Nacional Electoral (CNE).
En algunos casos, se ha señalado que el CNE está alineado con el gobierno, lo que podría influir en la supervisión y ejecución de los procesos electorales.