Al menos 39 personas murieron en los incendios forestales que devastaban ayer varias áreas de Portugal y de la vecina región española de Galicia, atizados por fuertes vientos originados en el huracán Ophelia.
Según el último balance de las autoridades, estos incendios dejaron 36 muertos en el centro y el norte de Portugal, donde siete personas seguían desaparecidas, y tres fallecidos en Galicia.