SANTO DOMINGO.- Al cumplirse este mes los dos primeros años del gobierno del presidente Luis Abinader, Roberto Furcal y Lisandro Macarrulla, principales colaboradores de su proyecto político, ya no pertenecen a la línea de mando tras escándalos de corrupción.
Roberto Furcal, quien hasta el pasado miércoles dirigía el Ministerio de Educación, desde el año 2014 se desempeñó como jefe de campaña y quien construyó la estructura política alrededor del hoy mandatario.
Desde es el inicio, la gestión de Furcal, quien fue designado ministro de Estado sin cartera, estuvo salpicada por ruidos relacionados a presuntos actos de corrupción.
El pasado mes la Dirección de Compras y Contrataciones Públicas (DGCP) ordenó suspender la ejecución de los contratos de licitación del Ministerio de Educación para los libros digitales del próximo año escolar, por un monto superior a los 2,500 millones de pesos.
No obstante, este no ha sido el único revés de Furcal ya que en mayo pasado, durante la convención de delegados del Partido Revolucionario Moderno (PRM), quedó fuera de la primera vicepresidencia que había alcanzado en la convención de 2018.
Macarrulla
Lisandro Macarrulla, quien jugó un papel estelar durante la campaña del presidente Abinader, tomó una licencia indefinida el pasado mes luego de que uno de sus hijos fuese señalado en el expediente acusatorio del Caso Medusa.
La primera designación de Abinader tras ser electo fue la de Macarulla como ministro de la Presidencia, además de nombrarlo coordinador de la comisión técnica de transición gubernamental.
Reacciones
El politólogo y catedrático de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), David La Hoz, valoró como positivo los cambios realizados por el presidente de la República, al tiempo que aseguró que el accionar de muchos funcionarios no se corresponde con el discurso del presidente.
Abinader: Tengo amigos, pero no cómplices”
Advertencia. Desde el inicio de su gestión, el presidente Luis Abinader ha reiterado que está dispuesto a pagar las consecuencias de haber decidido enfrentar la corrupción, al advertir que tiene «amigos, pero no cómplices». El mandatario ha proclamado que está convencido de que la lucha contra la corrupción en su gobierno marcará toda su vida, asegurando que quien no tenga valentía para enfrentar esa lucha, debe salir del Gobierno.
«Yo tengo amigos, pero no tengo cómplices. Esto que yo estoy haciendo contra la corrupción me va a perseguir toda la vida», dijo el pasado año.