SANTO DOMINGO.-Ninguno de los funcionarios públicos que han sido suspendidos tras caer en manos del rumor público por ser vinculados directa o indirectamente a ilícitos penales, han retornado a su posición, es decir, cada suspensión se ha tornado en una destitución.

Del grupo que integran ministros y directores, el que ha corrido con mejor suerte ha sido Leonardo Faña. En enero de 2021, el presidente Luis Abinader decidió suspender de manera temporal al para entonces director del Instituto Agrario Dominicano (IAD), a solicitud personal y tras ser acusado de agresión sexual.

Faña, quien defendió su inocencia en todo momento y quien dijera haberse enterado de la acusación a través de la prensa, fue descargado por los tribunales.

Sin embargo, tuvo que esperar dieciocho meses para ser considerado nuevamente como parte del tren gubernamental y en una posición distinta.

Juventud
Otra de las suspensiones “provisionales” recayó sobre la exministra de la Juventud, Luz del Alba Jiménez. La político, fue desvinculada de la Juventud pocos meses después de sustituir a Kimberly Taveras por denuncias de irregularidades pero posteriormente, fue designada como vicecónsul en Barcelona.

Tras el revuelo causado en la opinión pública, el vocero de la Presidencia, Homero Figueroa, informó que por disposición del Poder Ejecutivo se procedía a la suspensión de carácter temporal. Hasta el momento, su nombre no ha vuelto a ser vinculado al tren gubernamental.

También se encuentra en la lista Adán Peguero, quien se desempeñó como director del Instituto Postal Dominicano.
La última de las suspensiones recayó en a la directora del Acuario Nacional Wanda García, al considerar denuncias por supuesta comisión de irregularidades vinculadas a procedimientos de compras y contrataciones bajo su administración.

La renuncia o pedido de licencia, es otra opción
Política. En el caso de otros, han recurrido a renunciar y/o solicitar licencia administrativa de manera anticipada a cualquier desenlace.

En ese grupo, se encuentra la exministra de la Juventud, Kimberly Taveras, quien solicitó su licencia sin disfrute de salario y posteriormente renunció al cargo.

También el exministro de la Presidencia, Lisandro Macarrulla, hizo lo propio, tras un hijo suyo ser vinculado al caso Medusa. La carga mediática que implica ser citado negativamente, mantiene en vilo a los funcionarios tras el presidente actuar con celeridad en otros casos.